El ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, afirmó este lunes que los familiares de personas desaparecidas deberán esperar hasta que las autoridades capturen a todos los pandilleros que faltan para que les puedan ayudar en la búsqueda de sus parientes.
El funcionario, quien fue consultado por un televidente durante la entrevista Frente a Frente, sobre si existe un plan para ubicar y rastrear a personas fosas comunes que hayan hecho las pandillas ya que tiene amistades que tienen a sus hijos desaparecidos, respondió: "Sí es algo que está considerado, sabemos que hay muchas familias que andan buscando a sus seres queridos. Llegará el momento en el que vamos a abrir esta búsqueda a nivel nacional, pero hoy por hoy tenemos el objetivo de erradicar a todos los miembros en suelo patrio".
Luego agregó que dentro de las medidas de seguridad pública que tiene el gobierno, buscar a los desaparecidos "es algo que está contemplado; tenemos la instrucción del presidente, entendemos el sentimiento del ser humano, pero ahorita tenemos la misión de capturar a estos asesinos".
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Datos del Observatorio Universitario de Derechos Humanos (OUDH), del Instituto de Derechos Humanos de la UCA indican que del total de 1,309 casos activos de personas desaparecidas, el 79% corresponden a hombres (1,038), frente a un 21% identificadas como mujeres (271).
El informe sobre desapariciones presentado a finales del año pasado, plantea que entre las víctimas de desaparición de personas el grupo más vulnerado son los jóvenes entre 18 a 30 años del total de casos, es decir, el 41.67%.
Entre tanto, el ministro señaló que aún les falta por capturar a un 35% de pandilleros, según el registro que tienen. Y hasta el pasado 25 de marzo, las autoridades han capturado a 66,417 personas desde el 27 de marzo 2022 cuando inició el régimen de excepción, según los datos oficiales.
También indicaron que les han decomisado al menos $3 millones en efectivo, así como 2,547 armas; 3,292 vehículos y más de 15,00 celulares.
Villatoro también reafirmó que implementar el régimen de excepción en el país "siempre estuvo en el manjar de soluciones o de herramientas que estaban a disposición del presidente", es decir que no se impulsó a raíz del alza de homicidios que desató hace un año, como dijo en un principio el mismo gobierno para justificar el régimen.