El Redondel Masferrer, en la colonia Escalón, entraña en su diseño dos fallos de base que causan rechazo y malestar por parte de la ciudadanía, tanto usuarios en San Salvador como quienes se incorporan desde otros municipios.
Para ingresar al túnel que pasa debajo del redondel, los vehículos pasan de los dos carriles sobre la Avenida Jerusalén, a solamente uno.
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Así mismo, para incorporarse desde el redondel hacia la misma Avenida Jerusalén, se genera el mismo embudo y, por ende, largas colas de vehículos, en medio de un tráfico denso.
Para Ferrufino, "no hace sentido haberlo hecho así. Es ingeniería de tráfico, de diseño vial: Una vía que pasa de dos o cuatro carriles a la mitad, siempre va a generar un problema. Eso es cuestión de mecánica de fluidos: es como que yo abra un chorro, y luego quiera hacer pasar el fluido por una pajilla. Eso no va a pasar. Hay un problema de la continuidad: el vehículo, para avanzar fluidamente, necesita mantener una dirección; y mientras menos giros o movimientos tenga que hacer, será más fluido".
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Lo que ocurre, entonces, es que "en el Masferrer, el eje de la calle bajo el redondel, no es el mismo de la calle afuera del redondel. Ese ajuste, aunque pareciera mínimo, genera tráfico, porque todo mundo frena y se va causando un embotellamiento que, por la cantidad de vehículos que se mueven, genera una cola de dos kilómetros todos los días, sin importar el día, a cualquier hora", analiza el arquitecto, también docente en la UCA.
El otro pecado en el diseño fue la construcción de pasarelas alrededor del redondel, las cuales son ocupadas por muy pocas personas, en distintas horas del día. Tampoco se ocupa mucho el ascensor instalado en el lugar, el cual incluso tiene pintas y graffities.
Ferrufino sostiene que "hay un sentido simbólico, así lo entiendo, de que se quiso decir: aunque se ha hecho esta mejora vial, siempre podrá la gente llegar al redondel Masferrer a pie, gracias a las pasarelas. Eso no está mal. Pero cuando vemos la cantidad de usuarios, que son mínimos, uno se puede cuestionar para qué invertir en eso, si es algo que nadie va a utilizar. Se vuelve completamente innecesario y absurdo".