Jorge Mario Bergoglio nació en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936 (actualmente tiene 87 años). En 2013 se convirtió en el 266° Papa de la iglesia católica.
Hijo de migrantes europeos, Bergoglio fue ordenado jesuita en 1969 y entre 1973 y 1975 fue superior provincial de esta orden religiosa en Argentina.
Antes de entrar a la vida religiosa, trabajó como técnico químico. Y, luego, fue profesor de Literatura y Psicología en la escuela jesuita Inmaculada Concepción de Santa Fe, una de las principales ciudades de Argentina.
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En 1992, San Juan Pablo II le designó obispo titular, y uno de los cuatro obispos auxiliares de la arquidiócesis de Buenos Aires.
Durante ese tiempo, inició y desempeñó una gran labor pastoral y de acompañamiento de la “villas miserias” (comunidades marginales en El Salvador), en donde obtuvo esa visión de acompañar a los más desfavorecidos, misma que ha impregnado durante sus diez años de papado.
Pobreza, falta de oportunidades, marginación, abusos y drogadicción eran y siguen siendo los principales problemas de esas comunidades.
En la actualidad, varios sacerdotes siguen esa labor en esas comunidades marginales, tal como lo hizo Bergoglio. A estos sacerdotes les llama “curas villeros”.
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Fue el mismo Juan Pablo II quien nombró a Bergoglio como Cardenal, el 21 de febrero de 2001.
Doce años después, el 13 de marzo de 2013, fue elegido Papa. Dejó de llamarse Jorge Bergoglio, para nombrarse Francisco, en honor a San Francisco de Asís.