A primeros días de junio de 2022, los reportes gubernamentales indicaban que 39,415 personas habían sido capturados entre el 27 de marzo y el 9 de junio, como producto de la ejecución del Plan Control Territorial y el régimen de excepción. En consecuencia, los indicadores del delito de extorsión mostraban, según el oficialismo, una considerable baja.
“Una de las principales fuentes de ingresos ilegales de las pandillas terroristas, la extorsión, ha tenido una notable reducción de ese delito a nivel nacional tras los exitosos resultados del Plan Control Territorial y del régimen de excepción, que ejecuta el Gobierno del Presidente Nayib Bukele”, rezaba un boletín de la Presidencia de la República, el 10 de junio pasado.
Semanas antes o semanas después, algunas alcaldías publicaban acuerdos sobre nuevas tasas municipales que han afectado, mayormente, a vendedores ambulantes o los llamados, ruteros, que son quienes proveen a domicilio, mercadería a tiendas, restaurantes o supermercados.
De acuerdo con fuentes municipales, la mayoría de tasas están enfocadas a cobrar impuestos a vendedores ambulantes, pequeñas pupuserías, tortillerías y hasta los vendedores de frutas y verduras que utilizan altoparlantes para anunciar sus productos y hacer notar sus desplazamientos.
Según los informantes, algunas alcaldías no han implementado en su totalidad tales ordenanzas de tasas por servicios municipales en las que imponen pagos a cualquier vendedor o proveedor que ingrese a sus municipios, pero ante la falta de pago del Fodes por parte del gobierno y la falta de fondos para pagar salarios, algunas lo han comenzado a hacer.
Una de ellas es la comuna de Yoloaiquín, en el departamento de Morazán, que el pasado mes de enero comenzó a entregar notificaciones a los conductores de camiones proveedores de mercancías, es decir, a los llamados vendedores ruteros, haciéndoles saber que deberán pagar un impuesto por cada vez que ingresen al municipio.
El Diario de Hoy comprobó con varios proveedores, la entrega de tales avisos. Algunos dijeron que los habían entregado a los abogados de las empresas, otros compararon el nuevo cobro con la extorsión que pagaban a los pandilleros.
“Lo que ya no pagamos a los mareros quieren que paguemos a las alcaldías”, dijo el conductor de un camión que recién se había enterado de que deberá pagar cuatro dólares por cada vez que entre al municipio de Yoloaiquín, a dejar mercadería.
Este periódico visitó la alcaldía de Yoloaiquín para obtener la versión del alcalde, sin embargo, dijeron que no estaba. Se dejó un número de teléfono para establecer contacto pero al cierre de esta nota no lo había hecho.
Según el Decreto No. 01-2022, publicado el 11 de mayo de 2022 en el Diario Oficial, todo camión de “Transporte de mercadería de carga y descarga de productos por cada entrada al municipio” deberán pagar $4.00. Las pupuserías también deberán pagar $2.00 por mes.
Hasta el miércoles anterior, un vendedor de frutas y verduras que anuncia sus productos por altavoces dijo que no sabía que debía pagar los cuatro dólares por entrar al municipio a vender.
“Ya están como los mareros”, expresó el hombre, quien afirmó, a la vez que dijo no estar de acuerdo en hacer ese pago y que prefería buscar otros lugares donde no tuviera que pagar.
La comuna de Yoloaiquín, como muchas, pasa por una profunda crisis económica.
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En octubre del año recién pasado, el alcalde, José Antonio Díaz Fuentes, expresó que la comuna no tenía dinero para pagar salarios de sus empleados ni para efectuar obras de mitigación de dos cárcavas que se habían formado en calles de ese municipio.
Vendedores ambulantes pagan $1 diario en Sensuntepeque
Vendedores ambulantes entrevistados por El Diario de Hoy aseguraron que poco tiempo después de que el actual concejo municipal de Sensuntepeque tomara posesión, comenzaron a pagar un dólar diario por tener derecho a vender en sitios permitidos.
Antes solo pagaban por la obtención de un carnet con el que podían vender en el municipio. Tenían que renovarlo cada año. El pago por el carnet era de tres dólares.
“Aquí no nos cobraban, solo pagábamos por el carnet que en 2021, antes de que estos llegaran a la alcaldía, pagábamos tres dólares, pero estos le subieron dos dólares”, afirmó un vendedor de dulces y mascarillas.
“Del primero de diciembre nos comenzaron a cobrar un dólar y este año el carnet ya vale cinco y fíchas”, detalló otro vendedor.
De acuerdo con los vendedores, solo les es permitido vender en lugares distantes al centro de la ciudad, donde la afluencia de clientes es poco. Muchos se van a vender en zonas no permitidas con el riesgo de que les decomisen la mercadería o que los agentes municipales les echen a la policía ante quienes aseguran que el vendedor los ha insultado.
Pero en ese municipio, no solo los vendedores ambulantes pagan el derecho a vender. También los camiones proveedores de mercadería. Estos pagan ocho dólares por tener derecho a entrar la ciudad a descargar mercadería.
En Sensuntepeque, a partir del 2021, los vendedores de tostadas de papa o plátanos, minutas, sorbetes, etc, deben cancelar el dólar so pena de que les decomisen la mercadería.
Los vigilantes municipales de esa comuna son los encargados de recolectar el dólar diario contra la entrega de un ticket.
Cobros generalizados
Además, los mismos agentes se encargan de estar pendientes de los camiones que entran con mercaderías a la ciudad. Una vez identificados, los vigilantes proceden a exigir el carnet por el que los vendedores pagan ocho dólares al año. Si no lo tienen, les exigen que cancelen de inmediato para la obtención del mismo que salgan del municipio.
“Tenemos que pagarlo porque si no, los del CAM no nos dejan descargar. Es algo así como lo que pagábamos a las pandillas en Chalchuapa, Soyapango o el Centro de San Salvador”, señaló un conductor.
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Algunos vendedores comentaron que en Santiago de María (Usulután)y Santa Rosa de Lima (La Unión) pagan por cada vez que entran a dejar mercadería. En el primero, pagan un dólares y en el segundo, tres.
En opinión de vendedores ambulantes y ruteros entrevistados, el cobro de nuevos impuestos o el aumento de los mismos es casi generalizado. “En Ilobasco a los vendedores con carreta les cobran cinco dólares diarios”, afirmó una vendedora.