Pese a que el oficialismo busca minimizar los Acuerdos de Paz firmados el 16 de enero de 1992 en el Palacio de Chapultepec, México, estos tienen valor en las nuevas generaciones de El Salvador, que ven necesario que se sigan conmemorando por respeto a los salvadoreños que derramaron su sangre durante el conflicto armado que duró 12 años y para celebrar el abanico de libertades alcanzadas. Así lo afirman universitarios del país.
En el marco del XXXI aniversario de estos acuerdos, El Diario de Hoy conversó con tres estudiantes universitarios que coincidieron que más allá de poner fin a la guerra y al uso de fusiles, los acuerdos marcan el inicio de los avances democráticos. No obstante, no dejaron de señalar las amenazas que esta tiene actualmente por las políticas de Nayib Bukele, así como las afectaciones del régimen de excepción que se ejecuta desde marzo pasado.
Facilitaron libertades
Un dato importante es que ellos razonaron que tales acuerdos facilitaron libertades individuales, de expresión y opinión. En ese sentido, destacan que gracias a estos hoy en día puede estudiar y hasta elegir la carrera de su preferencia.
La universitarios consultados celebran los acuerdos y remarcan que tres décadas después han permitido que en la actualidad ellos mismos puedan utilizar redes sociales, informarse en el medio de comunicación de su gusto, vestirse como desean, trasladarse por diferentes lugares e incluso reunirse con familiares y amigos.
Riesgos antes de los Acuerdos
En declaraciones a este medio, la experta en derechos humanos, Celia Medrano, recordó que antes de los Acuerdos los jóvenes se enfrentaban a una serie de riesgos.
“No podíamos llevar camisetas de Monseñor Romero o una biblia latinoamericana porque los ex cuerpos de seguridad te vinculaban con la guerrilla y terrorismo. Era un riesgo. Detenían a los jóvenes y el Comité Prensa de la Fuerza Armada (COPREFA) presentaba esos materiales como “propaganda subversiva”, manifestó Medrano.
Tuviéramos “limitantes”
Desde esta realidad partieron los jóvenes para analizar en antes y el después de ese acontecimiento histórico. A sus 21 años de edad, Kathya Estefany Coto Salazar, estudia quinto año de la Licenciatura en Comunicación Social en la UCA y a su juicio, si no se hubieran firmado tales acuerdos “nosotros como jóvenes tuviéramos bastantes limitantes en cuanto a las libertades”.
En ese sentido, describió que “vivimos en un mundo muy tecnológico ahora y sin acuerdos hubieran limitaciones en las aplicaciones en donde nos comunicamos y donde podemos expresarnos sobre lo que está pasando en el país”.
Para la futura comunicadora, el poder opinar, debatir y expresar sus posturas sobre lo que ve bien o mal o de algunas problemáticas en el país “es un importante logro”.
Además, la joven universitaria destacó avances en temas justicia y para la vida misma, mediante la firma de la paz. “Sin esos acuerdos, muy probablemente, muchos jóvenes que ahora ya son profesionales no lo hubieran podido ser, ni educar a las nuevas generaciones. Ahora los niños, jóvenes y ancianos pueden disfrutar de la libertad de moverse de una lado a otro o viajar”, indicó Coto.
“Ya estuviera muerto”
Para Eduardo Antonio Rodríguez Flores, un estudiante Egresado de la licenciatura en Sociología de la Universidad de El Salvador (UES) y que forma parte de una organización estudiantil llamada “Frente Universitario Roque Dalton” estos acuerdos le permiten formar parte de ese gremio estudiantil.
A su juicio, ese es un importante logro, pues considera que sin la paz habría mucho temor en los estudiantes de pertenecer a una asociación interna de la UES.
“En el conflicto armado era prohibido la organización. Si nos basamos en ese tiempo donde hubo persecución a los estudiantes, hubo estigmatización y etiquetaje pues por el hecho de andar una camisa del Che Guevara o de Monseñor Romero ya eras secuestrado, detenido, desaparecido y en muchos casos hasta asesinado”, reflexionó.
Posteriormente, el joven de 26 años ahondó en que estos acuerdos facilitaron la libertad de expresión y con ello el poder pronunciarse y hablar de temas de coyuntura. De hecho, él planteó que por su forma de ser y por los cuestionamientos que hace a los tomadores de cisiones “yo ya me hubiera ganado estar detenido o incluso asesinado”.
Contrarían los acuerdos de paz
Por otra parte, el estudiante de la UES destacó que si bien los acuerdos marcaron un fin y un inicio, la realidad que vive actualmente el país por las decisiones del actual contrarían algunas de las cosas establecidas en 1992.
Por ejemplo, el joven mencionó que el régimen de excepción que se ejecuta desde marzo del 2022 limita derechos a los salvadoreños, seguido de eso se mostró en contra de las recientes capturas de sindicalistas y de líderes de la comunidad Santa Marta.
En relación a las cosas que contrastan con la paz, Rodríguez indicó que “desde ya hay una ola de estigmatización hacia los jóvenes con el gobierno de Bukele, ya no se diga si no hubieran existido los Acuerdos de Paz”.
Al preguntarle si un triunfo del convenio de hace 31 años es que los jóvenes puedan reunirse con libertad, el futuro sociólogo contestó que tanto en la actualidad como en tiempos del conflicto esa acción es vista casi igual. Esto porque hoy en día cuando las autoridades ven a jóvenes reunidos tienden a vincularlos a actos ilícitos.
“Vivimos incluso algo bien significativo y es el hecho de que joven que pueda estar tatuado ya es sinónimo de que es pandillero, o sea, sin una previa investigación, sin un proceso que determina la acusación y hasta puede ser detenido”, apuntó.
Celebra los acuerdos
Sin embrago, el estudiante de sociología celebró los avances respecto al pacto de paz y sobre todo en torno a la libertad de expresión ya que considera que esto trajo el surgimiento de nuevos medios de comunicación diferentes al discurso del poder.
“ También que ha habido un incremento de muchos medios de comunicación alternativos, aparte de los medios institucionales, entonces esos medios y las redes sociales han venido a facilitar la libertad expresión”, opinó.
Finalmente, Rodríguez consideró que con los acuerdos ha habido un mejoramiento en la democratización del Estado y lamentó que desde el gobierno de Bukeles se busque minimizar este acontecimientos y limitar algunas libertades.
La importancia de vivir en paz
Javier Alfonso Martínez, tiene 23 años de edad y es estudiante de tercer año de la carrera Técnico en producción multimedia y Licenciatura en comunicación social en la UCA. El universitario dijo a El Diario de Hoy que vivir en paz significa “tener la oportunidad de hacer valer y ejercer sus derechos como joven”.
Seguido de eso, el estudiante valoró la oportunidad de desarrollarse en un ambientes donde “no hay peligro o no tengo que estar pendiente que ya va a ser cierta hora para irme a la casa porque van a pasar los soldados” dijo al comparar su realidad con la de sus padres.
“Me imagino que es bien difícil crecer así y no poder tener una libertad de expresión y no ser reclutado, que creo que ese era el mayor miedo que los abuelos tenían con mi papá”, recordó.
Para Martínez, otro beneficio de tales acuerdos es que él y los otros jóvenes pueden expresar en redes sociales sus puntos de vista o cualquier cosa que desean. “Esto independientemente, si está bien o está mal y a lo mucho que pueda pasar es que la gente va a comentar si no le parece o no, pero no va a haber ninguna consecuencia de que te vayan a arrestar o algo así “, sostuvo.
Sobre las libertades conquistadas dijo que hoy en día los jóvenes pueden andar el pelo largo si les gusta, el bigote, usar tatuajes y otras cosas.
Finalmente, enfatizó que se tiene la libertad de elegir opciones de estudio. “En ese contexto de la guerra muchos jóvenes no tuvieron esa oportunidad, los reclutaban, morían o se iban del país”, concluyó.