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Un adicto ayudando a rehabilitarse a otro adicto

El grupo de Narcóticos Anónimos, "El último mensaje", es uno de los que posee mayor trayectoria en El Salvador. Durante 30 años ha ofrecido el programa de 12 pasos para personas que tiene problemas de consumo de drogas legales e ilegales.

Por Menly González | Ene 07, 2023- 22:49

La caracteística principal de este programa es que es un adicto ayudando a rehabilitarse a otro adicto. Foto EDH/ Menly González

“No podíamos fallarles… teníamos que mantenernos y seguir adelante”, expresó Mauricio, uno de los integrantes fundadores del grupo “El Último Mensaje” durante la reunión de celebración el pasado 5 de diciembre.

Este grupo de Narcóticos Anónimos (NA) no fue el primero, pero sí es el de mayor trayectoria en el país. Las personas que por años lo han integrado han expandido el mensaje “sí se puede vivir sin drogas” a más salvadoreños.

Narcóticos Anónimos nació en Estados Unidos en 1953. En El Salvador se conformó el primer grupo 30 años después. Los primeros integrantes iniciaron su rehabilitación en grupos de Alcohólicos Anónimos, pero se dieron cuenta que muchos de ellos no solo tenían problemas con el alcohol, sino también con otras sustancias, por lo que adoptaron este programa.

Los integrantes que conforman este programa, sin importar el grupo al que pertenezcan, se llaman a sí mismos “adictos”, aunque muchos de ellos tengan años sin consumir sustancias, pues para iniciar una recuperación es importante aceptar que la persona tiene un problema con el consumo.

Alex: "NA me salvo la vida, es el lugar que llamo un puerto seguro, donde estoy a salvo y sin sustancias".Foto EDH/ Menly González

Son adictos en recuperación porque la adicción es un trastorno mental tipificado como crónico, como los mismos miembros mencionan: “el problema no es la sustancia es nuestra reacción adictiva”, pues han entendido que no solo se puede ser adicto a las bebidas embriagantes, drogas de todo tipo, sino también al sexo, a la comida y los juegos de azar, por mencionar algunos.

Según información del Ministerio de Salud y del Observatorio Salvadoreño sobre Drogas, la adicción afecta a más de 8,000 salvadoreños. De estos datos encontrados en el informe del año 2021, el 90% de los casos son hombres y el 10% son mujeres.

En sus intervenciones durante las sesiones muchos de ellos expresan que las amistades, los ambientes donde crecieron y los problemas que viven son parte de las situaciones que potenciaron su consumo a una o varias sustancias.

Cuando una persona acepta su adicción, el programa de Narcóticos Anónimos aconseja que se someta a una desintoxicación y asistir a las reuniones todos los días durante 90 días. Foto EDH/ Menly González

También los integrantes coinciden que iniciaron a temprana edad, en la adolescencia, con bebidas alcohólicas, marihuana o tabaco.

Alex, con cuatro años en proceso de rehabilitación, asegura que, en su caso, el alcohol lo llevó a consumir otras sustancias. “Crecí con el autoengaño que eso no era un problema”, dijo.

Alex explica que este padecimiento no respeta la clase social ni el género y que trunca las carreras profesionales de muchos como le pasó a él.

“Lo que me hizo reaccionar que necesitaba ayuda fue una sumatoria de acontecimientos, principalmente fue verme viviendo bajo un puente entre la suciedad, sin nada, había perdido hasta mi espíritu, era como un muerto viviente”, relató.

Los integrantes del grupo confiesan que tomar el camino hacia la recuperación no es fácil y que es un proceso que nunca termina, tal como recalcó Heriberto, quien tiene 24 años sin consumir ninguna sustancia.

"Las mujeres también sufrimos esta enfermedad, lo importante es aceptar el problema y buscar ayuda. Foto EDH/ Menly González

Heriberto rememora lo accidentado que comenzó su camino a la rehabilitación: “les agradezco a mis compañeros, porque por más que volviera a recaer ustedes nunca me cerraron la puerta, al contrario, siempre fui recibido, aconsejado y apoyado; el vasito de café y el pan dulce nunca faltó”. Él reflexiona que aunque cada uno de los integrantes necesita de los grupos, el “adicto” más necesitado es el que se ha mantenido limpio por años.

Muchas de las personas que llegan al grupo “Último Mensaje” son personas con problemas de consumo de drogas que han intentado otras formas rehabilitarse, asistiendo a la iglesia, yendo al psicólogo, tratando de cambiar actitudes como esconder dinero, las tarjetas de crédito, alejarse de personas que los inducían al consumo, etc., pero que no tuvieron éxito.

Tal es el caso de Gaby, que pese a que buscó el apoyo de la iglesia donde se congregaba, solo encontró estigmatización y rechazo, al igual que al buscar ayuda psicológica, quien asegura que en sesiones con su terapeuta recibió malos consejos, por ejemplo, que asistir a grupos de NA no era una opción saludable y que afectaría aún más su reputación. Sin embargó, Gaby afirma que tomar la decisión de asistir y no hacer caso a los comentarios fue bueno. “He cumplido la regla de asistir a 90 reuniones seguidas, el apoyo y guía de la persona que me apadrinó, así como la de mis compañeros de grupo me impulsan a recuperarme”, dijo. Ella inició este proceso hace cinco meses.

Luego de aceptar que la persona necesita ayuda, lo siguiente es la desintoxicación, la tradición aconseja que durante tres meses se asista todos los días al grupo y ya que la visión de NA es “un adicto ayudando a otro adicto”, el integrante nuevo adquiere un padrino, que está constantemente pendiente de él, que le aconseja, le brinda compañía en los momentos difíciles y lo guía para que emprenda el camino de la tradición e inicie el recorrido de cambiar su vida a través de los 12 pasos y de la mano en la fe hacia el ser superior, (esto no es en base a una determinada religión o deidad).

Silvia una mujer de 68 años, con 28 años en sobriedad, es madrina de varios integrantes de los grupos de NA. “Lo importante es tener el deseo y la voluntad de dejar de consumir” dice. Para ella asistir a las reuniones es importante.

Para Silvia NA en su vida representa todo, pues luego de una vida tormentosa por el ambiente en el que creció, y los acontecimientos que precedieron a su rehabilitación, considera que el programa la ayudó a salir adelante, “ayudarle a los demás me motiva seguir, hay muchos jóvenes que necesitan ayuda y que recapaciten a través de las experiencias de uno”, agregó.

Los integrantes del grupo con más trayectoria recalcan que ante todo cada uno es responsable de su recuperación, vivir el presente, el día a día… “solo por hoy”, lleva a que la rehabilitación ocurra de la mano del amor al prójimo y la tolerancia.

Los asistentes a grupos de NA mantienen su anonimato como un elemento básico en la recuperación y la espiritualidad que se fomenta, como guía principal para una nueva vida. Foto EDH/ Menly González

Del grupo “Último Mensaje” han surgido de sus integrantes otros 12 grupos más que están distribuidos en distintos puntos de San Salvador, Sonsonate y La Libertad.

EL grupo “Último Mensaje” se reúne en una casa ubicada en la col. Flor Blanca, Av. Olímpica y 55ª Av. Sur #10, de lunes a domingo 6:30pm - 8:30pm.

Para más información puedes contactarlos a través de su cuenta en Facebook o también puedes visitar el sitio web naelsalvador.org.

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