Recientemente la frase del Papa Emérito Benedicto XVI “Yo no me preparo para un fin, sino para un encuentro con el Padre” nos mostraba que el final de la vida física de Joseph Aloisius Ratzinger estaba cerca, pero quien decía esta frase era también un hombre de fe profunda, que sabía que el mundo entero estaría pendiente de su transición al inicio de la vida eterna junto a Dios Padre.
El aporte de cada uno de los papas en la historia usualmente no puede ser dimensionado sino hasta que han pasado algunos años del final de su pontificado; sin embargo, existen algunos vislumbres de lo que cada uno de los papas ha sido de acuerdo con su perfil más relevante, así: Francisco, conocido como el “Papa de la Compasión”; Juan Pablo II se convirtió en el “Papa de la Esperanza” y Benedicto XVI fue el “Papa Académico”, este nombre debido a que en realidad fue un regalo para los estudiosos y académicos de la Teología. Su biblioteca personal se calculaba en alrededor de 20,000 libros, esto sin contar los 30 libros escritos y los casi 50 documentos doctrinales que han sido publicados. Y pensar que todo esto comenzó con su tesis doctoral en Teología: “Pueblo y Casa de Dios en la Doctrina de la Iglesia de San Agustín”.
De hecho, el pensamiento teológico del Papa Emérito Benedicto XVI ha sido tan profundo académicamente, que al menos cinco universidades en el mundo ofrecen “Maestrías sobre la Teología de Benedicto XVI”, esto para la mejor comprensión de sus escritos. Para muchos, tan compleja era la forma de escribir algunos aspectos de la teología de Benedicto XVI, que en broma su hermano sacerdote habría dicho que intentaría “traducir las obras teológicas de Joseph a un idioma que pudiera ser comprendido por los creyentes”.
Entre muchos prelados ya sobresale la voz de Monseñor Rowan Douglas Williams, actual Arzobispo de Canterbury, primado de la Iglesia de Inglaterra y líder espiritual de la Comunidad Anglicana, quien ya reconoce, junto a muchos otros teólogos, que Benedicto XVI será reconocido como “uno de los grandes teólogos de su época”.
Ha sido el periodista Peter Seewald y autor de una de las biografías más completas quien en su libro “Papa Benedicto XVI: Una Vida” realiza un recorrido muy detallado de la vida privada y eclesial de Joseph Ratzinger. En él menciona que “el Papa siempre estuvo comprometido con la verdad, incluso aunque fuera incomoda”, una frase que ha sido impulsada a través del mundo, para contraponer las versiones que puedan insinuar lo contrario. En su último encuentro en octubre 2022, el autor denota como el Papa Emérito ya percibía cercana su partida, cuando se despidieron en el Monasterio Mater Ecclesiae, en donde vivía desde 2013: “La próxima vez nos encontraremos en el cielo”, menciona que le dijo en esa ocasión.
La muerte siempre nos impacta, independientemente que sea, como en este caso, una separación esperada. Sin embargo, el Papa Emérito Benedicto XVI intentó resumir en el final de su vida, en pequeñas frases la sabiduría con que vivió todo su pontificado, enfatizando en que la relación a través de la comunicación entre Dios y el hombre siempre es bidireccional; por su puesto, dependerá de nosotros hacer que así suceda.
Personalmente, la frase de Joseph A. Ratzinger que más me ha conmovido ahora que sabemos de su muerte y que creo resume sus años de pontificado como Benedicto XVI es: “Hoy dejo de hablarle a ustedes de Dios, para hablarle a Dios de Ustedes”. Que así sea.
Descanse en paz en los brazos del Padre…
Médico y Doctor en Teología.