“Yo le pido a Dios que me dé fuerza”, dice la hermana de Isaí Ramos Sorto, mientras observa el ataúd, colocado a un costado de la pequeña sala de paredes sin pintar, en una modesta vivienda en la colonia Santa Anita, en el municipio de Usulután.
Isaí, un molinero de 50 años, se sumó a la larga lista de personas que han muerto mientras permanecen bajo custodia del Estado, tras ser capturadas durante el régimen de excepción.
Los parientes cercanos de Isaí supieron de su muerte, cuando el vienes 23 de diciembre a las 12 del mediodía una amiga les avisó que en redes sociales circulaba su nombre, como uno de los dos reos del penal de Izalco, fallecidos el día anterior en el Hospital Nacional de Sonsonate doctor Jorge Mazzini.
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La hermana de Isaí es ajena a las redes sociales, su condición económica apenas le permite tener un teléfono solo para llamadas. Así que otros familiares le ayudaron a corroborar el mensaje que ya circulaba en diferentes grupos de Facebook.
“Hubiera deseado que no fuera cierto, pero cuando me dijeron que también estaba el nombre de mi mamá y de mi papá, supe que se trataba de él”, explica su hermana.
“Se necesita dar con los familiares del reo Isaí Ramos Sorto que estaba en el penal de Izalco. La mamá se llama: Ana Josefa Sorto y el papá, Jose Santos Ramos. Familiares presentarse a Medicina legal de Sonsonate”, se lee en el mensaje que se viralizó en redes sociales.
Ambos padres fallecieron hace varios años atrás, relató la familia. Ese mismo día, un hermano y una sobrina salieron desde Usulután hacia Sonsonate, pero a medio camino les informaron que les entregarían los restos de Isaí hasta el lunes 26.
La Navidad fue triste para la familia Ramos Sorto. Nadie celebró, todos estaban acongojados por la muerte del molinero y a la espera de sus restos. “Fue una Navidad triste, uno no desea que pase eso. Yo no deseo que otras familias pasen por esto tan duro”, dijo el hermano de Isaí visiblemente conmovido.
A la una de la madrugada del lunes Aquiles, hermano de Isaí junto a otros dos familiares salieron desde Usulután y recorrieron 145 kilómetros hasta Sonsonate, para poder retirar los restos de su hermano.
Sin embargo, de aquel hombre robusto, como Aquiles recordaba a su hermano, no quedaba nada. Isaí estaba muy flaco, barbado e irreconocible, a tal punto que Aquiles dudo si el cadáver que estaba viendo era de él.
“Gracias a Dios fue la hija de él conmigo y ella lo reconoció”, relató el hermano del fallecido.
En los documentos que le entregaron hace constar que Isaí murió de un edema pulmonar, aunque nunca les avisaron que él estaba enfermo.
Isaí fue capturado junto a su compañera de vida el 12 de mayo, la familia sospecha que la detención se dio porque él había estado detenido dos veces anteriormente, una vez en 2017 y otra en 2021.
El año pasado fue detenido junto a su compañera de vida, pero quedaron en libertad aproximadamente un mes después.
Al salir la pareja se dedicó a la venta de verduras, tamales y tortillas en el mercado de Usulután, fue ahí donde fueron detenidos nuevamente durante el régimen de excepción. Sus parientes aseguran que no tenía tatuajes de ningún tipo y niegan que él tuviera una relación con pandillas.
Un menor de edad quedó a cargo de sus abuelos tras la captura de la pareja. “No deberían de hacer eso de andar agarrando gente inocente. Imagínese que han dejado un niño sin su padre”, dijo una de sus familiares.
La tarde de este miércoles los restos del molinero fueron sepultados en el cementerio general de Usulután, después que la carroza fúnebremente realizó un recorrido por las principales calles del municipio, como una tradición del lugar.
Luego un pastor dio palabras de aliento a los dolientes bajo la esperanza de la resurrección y la justicia divina.