El 2022 se ha consolidado como el peor año para el mercado de las criptomonedas, con el Bitcoin como uno de los principales protagonistas, pues la situación indica que ninguna de las expectativas de los entusiastas se cumplió.
Para entender el estado actual del mercado es necesario señalar que, desde mayo, el valor general de las criptomonedas se ha quedado estancado en un bache denominado como criptoinvierno, una situación que parece no mejorar en el corto plazo.
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Ese escenario, impulsado por coyunturas como la inflación global o la crisis geopolítica en el oeste de Europa, ha disminuido en gran medida el auge que las criptomonedas venían mostrando en los últimos años, sobre todo, a partir de 2020, pues casi todas se encuentran en números rojos.
Si bien es cierto que el Bitcoin, por ejemplo, en este momento vale más de lo que valía en 2019 o a principios de 2020, la tendencia y comportamiento en su valor no ha tenido el mejor rendimiento este año, pues desde noviembre de 2021 ha perdido más del 70% de su valor.
Ese desplome no ha ocurrido en años anteriores, pues desde que comenzó a funcionar hace más de una década, la tendencia siempre ha sido hacia la revalorización.
No obstante, y pese a que Bitcoin es la principal criptomoneda en el mundo, no es la única que ha perdido valor, pues de acuerdo con un artículo del medio estadounidense CNBC, hay otras con igual o peor rendimiento.
Un ejemplo de ello es la criptomoneda Terra, la cual perdió el 100% de su valor en mayo, provocando un descalabro total en el mercado, así como Solana la cual ha perdido a la fecha un estimado del 93% de su valor.
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Por su parte, otros criptoactivos como Ethereum y Cardano perdieron hasta 67% y 80% de su valor respectivamente.
Asimismo, algo que también ha colaborado para que el 2022 sea el peor año para el sector es la mala administración de plataformas como Terraforms o FTX, las cuales colapsaron por fallas provocadas por sus propios creadores. Ambas, y otras más, se declararon en quiebra y también afectaron fuertemente al rubro.