Las comunidades y caseríos en el cantón El Brazo, en San Miguel, urgen a las autoridades la construcción de un muro perimetral en el centro escolar de la localidad, una obra que han solicitado desde hace más de 20 años.
Padres de familia, maestros y la comunidad en general ven esta como una de las principales necesidades del centro educativo, el cual en años anteriores ha sido vandalizado debido a que alrededor de las aulas solo cuenta con un cerco de malla que después de tanto tiempo ya se encuentra deteriorado.
La solicitudla han presentado en diferentes instancias, señalan, pero no reciben respuesta, ni de las autoridades locales ni del Ministerio de Educación.
“Lo que buscamos es que la comunidad educativa esté segura, quisiéramos poder decir que los alumnos entran a las siete de la mañana y que a las doce salen de la institución a sus casas sin ningún peligro, pero lo que tenemos es un cerco de malla dañado y quien quiera puede meterse por cualquier lado”, explica Betis Fuentes, directora de la escuela.
Añade que ahora más que nunca urge la construcción del muro, pues este año, debido a la tormenta Julia, los caseríos ubicados en la parte de atrás de la escuela se inundaron. Además, las familias tuvieron que evacuar y quienes se rehusaron a salir de sus casas debían desplazarse en lanchas pues el nivel del agua “subió bastante”.
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La escuela de El Brazo se ubica unos metros más alto de estos caseríos, por lo que no fue afectada con las inundaciones. No obstante, explica Fuentes, el agua ha empezado a minar la tierra donde está asentada la parte de atrás de la escuela y algunos postes que están en este sector ya están en riesgo de caerse.
La preocupación tanto de la directora como de los maestros y padres de familia es que en próximos inviernos los daños sean mayores.
El cantón El Brazo es uno de los afectados por las crecidas del Río Grande de San Miguel y el desbordamiento de una laguna cerca del lugar.
“Hemos enviado los reportes al Ministerio, con lo que ocurrió con la tormenta Julia hemos informado y hacemos énfasis en la necesidad de la construcción del muro”, añade. Fuentes, quien fue maestra de la institución por 29 años y en 2022 fue nombrada directora, lamenta no recibir respuesta por parte de las autoridades del Mined.
“Urge un muro perimetral alrededor de todo el centro escolar, pues solo se tiene una parte construida, al frente, pero los estudiantes están en riesgo, cualquiera puede entrar a la hora que sea. Hay mucha inseguridad para los niños”, explica Óscar Manuel Jovel, un padre de familia que tiene a dos de sus hijas estudiado en el lugar.
En 2022, el centro escolar tuvo una población estudiantil de 237 alumnos, en los niveles de parvularia a noveno grado.
Gil Mauricio Mendoza, profesor de la escuela desde hace más de 30 años, explica que, en años anteriores, pandilleros llegaban a la escuela a acosar a los estudiantes por lo que se tuvo una gran deserción. “De 400 estudiantes, ahora tenemos un poco más de 200”, resalta.
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“Los maestros visitamos las casas para invitar a los jóvenes para que se inscriban en la escuela, pero queremos que ellos estén seguros”, añade Mendoza.
“Han dañado lámparas, han robado alimentos, han vandalizado en varias ocasiones la escuela”, denuncia la directora.
De acuerdo al profesor Mendoza, el muro que se necesita es de aproximadamente 2,000 metros cuadrados. Explica que pese a que es una obra grande la comunidad se está organizando con el apoyo de salvadoreños en el exterior para poder realizarla.
“Tenemos este proyecto para el 2023, no podemos seguir dependiendo de los políticos que durante las campañas prometen y prometen pero después se olvidan de las necesidades de la gente”, dice José Garciaguirre, un exmaestro de la escuela de El Brazo y ahora residente en Estados Unidos.
Salvadoreños en EE.UU. buscan llevar ayuda
Como una necesidad urgente describen connacionales radicados en Estados Unidos la construcción de esta obra , quienes tienen proyectado realizarla para el 2023.
“Sabemos que es un proyecto grande, y no tenemos aún un valor de lo que puede costar, para enero estaremos en reuniones para abordar este tema”, señala Fuentes.
Garciaguirre señala que ya se tienen programadas reuniones con ingenieros para evaluar el terreno y conocer lo que se tiene que hacer y qué es lo que se necesita.
Padres de familia incluso hablan de la necesidad de mejorar la calle principal acceso a la escuela, donde en época de invierno también se daña y se llena de agua.
“Los estudiante se mojan los zapatos porque la calle no está en buen estado y no se ve que la alcaldía ponga atención a estas cosas”, denuncian padres de familia.
Los connacionales han tomado en sus manos ir mejorando la escuela: se instalaron tanques de agua potable, ventiladores y se ha pintado.
Señalan que se están organizando con la comunidad para realizar actividades y poder recaudar fondos para impulsar más mejoras.