Descarbonización: tómalo en serio

Estamos mal acostumbrados a modelos anticuados. Nuestra mente asume que los merecemos y por eso los cambios de tajo nos caen mal y no los queremos aceptar. Con esto de los compromisos y metas de la pasada COP26 y la reciente COP27 (Cumbres del Cambio Climático) de apresurar y tomar en serio la reducción de emisiones y la descarbonizacion, muchas sugerencias no las vemos viables, peor aún si están estrechamente vinculadas a modelos económicos que tienen como base los combustibles fósiles (sus precios) , los hidrocarburos, etc.

Pensar en movilidad eléctrica y en el uso de la bicicleta hace que pongamos cara de incredulidad y miremos al cielo, porque pensamos que merecemos un obsoleto sistema de transporte público y a todos sus actores; que además merecemos el insostenible tráfico que ya no permite calles ni carreteras en buen estado, donde la solución más viable son las motocicletas y el tercer carril, y que también merecemos más accidentes por el abuso del volante, las borracheras, más muertos e intolerancia, los temerarios conductores en sentido contrario, los intermitentes funcionarios en su paso por el Viceministerio de Transporte, la falta de políticas viales y el circulo vicioso en medio de la jungla vial anárquica.

En algunos municipios de la franja litoral del país, por mencionar a Concepción Batres, Jiquilisco, San Luis La Herradura, el medio de movilización por excelencia es la bicicleta, no desde ahora sino desde hace mucho tiempo. Cada familia en esos lugares puede llegar a tener dos o tres bicicletas. Dichos municipios son óptimos para fomentar circuitos de ciclovÍas, ya que la población se ha acostumbrado al uso de la bicicleta.

La descarbonización y el transporte deben ir de la mano, porque muchas empresas tratan de apostar al uso de las renovables (que está bien) pero descuidan la logística y el no controlado uso de combustible en envíos, repartición, exportación, rutas, etc. Que genera una gran factura de emisiones y al final, por persignarse se terminan arañando.
La transformación No.5 que sugiere el Banco Interamericano de Desarrollo: Cambiar el transporte de mercancías por el ferrocarril, agua y las tecnologías bajas o cero emisiones del documento Prosperidad libre de carbono es interesante y está destinado para la evaluación del sector público y privado de cara al futuro de la descarbonización.

El transporte de mercancías equivale al 7% del total de emisiones de CO2 a nivel global. El documento sugiere la electrificación del transporte, en el caso del transporte marítimo ya se pueden contemplar flashazos futuristas en el amoníaco, metano e hidrogeno para sustituir el diesel.

La apuesta a flotas de transporte alimentadas por electricidad e hidrogeno , incluyendo el transporte público, son parte de las alternativas para encaminar a nuestra región a la descarbonización. Los empresarios de transporte de carga deben tomar en serio estas sugerencias antes de que los agarren por sorpresa, o en curva, y por iniciativa propia y de sus grupos empresariales, empaparse del tema, comprometerse y evolucionar; no aferrarse a modelos obsoletos y atrasados. Idóneo será implementar trenes eléctricos de carga, para el transporte de mercancía a nivel regional, que estén sujetos a horarios y sincronía, a pesar de que en nuestro país el Tren del Pacífico, está más en calidad de promesa que realidad, si estaría nuestro país acatando las sugerencias de los organismos internacionales y cumpliendo los compromisos de reducir emisiones, pero aún se encuentra en una fase de incubación.

Otro sector que debe vincularse a esta transformación No.5 del BID son los industriales, la gremial, ya que es parte adherida a estos proyectos de desarrollo y visión futurista de cero emisiones. Deben promover más información sobre este tema y más aporte al mismo con sus agremiados, sobre evaluación e inversión en el transporte marítimo, fluvial y ferroviario, generar la interconexión (infraestructura) a las centrales industriales más importantes. Lo ideal sería ir reduciendo el uso de transporte en carretera.

Protestas e inestabilidad política son parte de las debilidades y amenazas del Transporte de mercancías en la región, como recientemente el bloqueo de este medio de transporte en Guatemala, y que es parte del modelo obsoleto y atrasado que (pensamos inconscientemente) merecemos tener y que gira en el obsoleto modelo en base a la dependencia de los combustibles fósiles. Por favor tomemos en serio el tema de la descarbonización, superemos la resistencia a querer entenderlo.