Uno sueña con levantar por primera vez el trofeo más preciado del fútbol, el otro con seguir teniéndolo en sus manos, tras haberlo ganado en 2018: el argentino Leo Messi y el francés Kylian Mbappé, estrellas de las selecciones argentina y francesa, dos de las grandes favoritas al título, llegaron entre el miércoles y la madrugada del jueves a Catar para disputar el Mundial-2022 que comienza el domingo.
La selección argentina, liderada por Leo Messi, aterrizó en Doha hacia la 02h30 del jueves (23h30 GMT del miércoles). El conjunto sudamericano había derrotado pocas horas antes a Emiratos Árabes Unidos por 5-0, en un amistoso disputado en Abu Dabi
Messi, que anotó un tanto en ese partido, afronta a sus 35 años el que puede ser su quinto y último Mundial, con la esperanza de lograr el único título que falta en su carrera.
El jugador del París Saint Germain cuenta en su palmarés con la selección argentina con un título de campeón del mundo Sub-20 (Holanda-2005), un oro olímpico (Pekín-2008) y una Copa América, ganada el año pasado en Brasil, pero el ansiado título mundial absoluto se le resiste.
Messi alcanzó la final del Mundial en la edición de Brasil-2014, cuando la albiceleste fue derrotada por Alemania en el Maracaná de Rio de Janeiro por 1-0, con gol de Mario Gotze en la prolongación.
La selección argentina aparece en casi todos los pronósticos como una de las grandes favoritas, después de sumar este miércoles su partido número 36 consecutivo como invicto, tras la victoria por 5-0 contra Emiratos Árabes Unidos.
Argentina debutará en el Mundial Catar-2022 el martes 22 de noviembre ante Arabia Saudita por la primera fecha del Grupo C que completan México y Polonia.
Por su parte, Francia, actual campeona del mundo, ya descansa en su campo base tras aterrizar este miércoles en el aeropuerto de Doha, alentada por los cánticos de al menos 200 aficionados, a seis días de su debut en el Mundial de Catar.
El autobús de 'los Bleus', con los colores azul, blanco y rojo, franqueó sobre las 20h45 locales (17h45 GMT), sin detenerse, el gran arco de la entrada del hotel Al Messila, un establecimiento de cinco estrellas situado al oeste de Doha donde los campeones del mundo pasarán toda la competición.
Ante un enorme despliegue de seguridad, los pupilos de Didier Deschamps constataron el apoyo de numerosos hinchas, sobre todo residentes, de diversas nacionalidades: franceses, libaneses e indios, entre otros.
Los más organizados y más ruidosos fueron unas decenas de indios, equipados con banderas, tambores y trompetas tricolores, miembros del grupo "French Football Fans Club India", una plataforma seguida por unas 5.200 personas en Instagram y más de 13.000 en Facebook.
"¡Kylian Mbappé, Kylian Mbappé!", vociferaron los congregados que acudieron a celebrar su llegada.
"Empezamos a seguir al equipo de Francia tras 1998. Pero, por entonces, no éramos muy numerosos", cuenta a la AFP, Fasalu Rahaman, un técnico de 36 años. "Queremos ver a Mbappé, Benzema, Camavinga, Tchouaméni. Con estos jugadores de grandes clubes, ¡vamos a ganar a todos los equipos!. Pero, echaremos de menos a Kanté y Pogba (ausentes por lesión), es muy triste", indica Rahaman.
"Para mí, el Mundial siempre ha sido un sueño y tengo la oportunidad de ver a mi país jugar aquí, en Catar, en mi país de expatriación", asegura a la AFP Nina-Lou Fanget, una estudiante de 18 años que vive en Doha.
El equipo galo, que aterrizó hacia las 19h30 locales (16h30 GMT), debutará en el torneo el martes 22 de noviembre contra Australia, dentro del Grupo D.
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