La Conferencia General de la UNESCO en su resolución 31C/20 del 2021 proclama el 10 de noviembre como el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, instando a los Estados del mundo el potenciar la ciencia para la búsqueda del desarrollo, utilizando la misma de manera responsable para beneficio de la sociedad y la erradicación de problemas como la pobreza, además de salvaguardad la integridad humana, planteando e implementando valores de la ciencia de manera responsable y ética.
La ciencia es una herramienta creada por el ser humano con el objeto de comprender el mundo que le rodea y solventar desafíos a través del conocimiento que esta misma genera para un beneficio. Hemos sido objeto de cambios trascendentales en los avances científicos a lo largo del tiempo, los cuales han sumado en algunos casos, respuestas a los distintos retos económicos, políticos y sociales en el mundo, así como también ha sido una herramienta utilizada de manera nociva contra la vida humana y el ecosistema, a través de las guerras y conflictos que ha vivido el mundo a lo largo de la historia.
La aplicación científica de manera correcta, es fundamental para poder lograr avances en las áreas de la salud, la economía, medio ambiente, protección de recursos hídricos y protección de la sociedad y su entorno. Se requiere de mas recursos para fomentar mas ciencia y alcanzar objetivos para el desarrollo sostenible.
Lastimosamente, muchos países no invierten lo adecuado en ciencia para poder lograrlo, lo que genera un retraso significativo en su desarrollo, quedando más al margen del presente y ya no digamos del futuro próximo.
El poder tener la oportunidad de disponer herramientas que fomenten el uso y aprendizaje de las ciencias es de beneficio para todos/as, generando un potencial en el desarrollo sostenible y la mejora en la vida de las personas. Por tanto, renovar y mantener ese compromiso con la ciencia es primordial para poder subsistir en el tiempo, siendo algunos objetivos de agenda para ser implementados; reforzar la sensibilización pública sobre el papel de la ciencia para tener sociedades pacíficas y sostenibles, promover la solidaridad nacional e internacional para compartir la ciencia entre países, renovar el compromiso sobre el uso correcto de la ciencia en beneficio de las sociedades y mostrar los desafíos que enfrenta la ciencia para fomentar el apoyo a la labor científica, son indicadores que deben ser tomados en cuenta y abordados.
Ante el estrecho vinculo de la ciencia con la sociedad, seamos motores de cambio para promover el uso adecuado y aprendizaje de esta disciplina, tomándola en nuestro quehacer cotidiano. Un abordaje consciente de todos/as podrá sumar notoria y palpablemente en el cambio que necesitamos para la mejora continua y la sostenibilidad en el tiempo. Recordemos que la ciencia no es únicamente conocimiento, es una manera de fomentar el pensamiento critico y congruente de las personas, para encontrar respuestas a las interrogantes que se generan en nuestro diario vivir. Apliquemos el pensamiento del señor Albert Einstein, quien en su momento dijo: “¿Por qué esta magnífica tecnología científica, que ahorra trabajo y nos hace la vida más fácil y nos aporta tan poca felicidad? La respuesta es esta simplemente: porque aún no hemos aprendido a usarla con tino…”.
Aprendamos a usar la ciencia.
Abogado, Master en Tributación Internacional y Asesoría Jurídica de Empresas, Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nueva San Salvador