A partir de agosto muchas personas empezaron a vender sus vacas en las comunidades rurales y urbanas del municipio El Sauce en el departamento de La Unión, debido a que su economía no les da para seguir alimentándolos, informó el alcalde Enrique Villatoro.
De acuerdo con el alcalde, la realidad de los hatos ganaderos en ese municipio es de preocupación porque durante el invierno no bajaron los precios en los concentrados y temen que con la entrada del verano estos aumenten. Además los pastos serán escasos.
El precio de un quintal de concentrado en los agro servicios es de $26 y $27 . Con un quintal alimentan a 10 vacas en un día; es decir que un ganadero gasta un promedio de $780 a $810 mensuales en la compra del alimento para los animales de los establos. Algunos a ganaderos explican que cuando hay pasto en los potreros o terrenos, durante los meses de lluvias, les permite reducir el uso de concentrado.
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En El Sauce las familias tienen desde 1 hasta 100 animales, entre vacas, terneras, toros y caballos; todos necesitan de una alimentación para mantenerlos activos en la producción de la leche y sus derivados.
Otra de las dificultades que están enfrentando los agricultores y ganaderos es la falta de mano de obra para los trabajos en el campo. Durante la emergencia por el COVID-19 y la aprobación del régimen de excepción ha disminuido la presencia de los obreros nicaragüenses y hondureños.
“A saber por qué los hondureños y nicaragüenses son muy pocos los que vienen, hay una escasez enorme de la mano de obra y eso vino también a repercutir para sembrar el maíz y el maicillo”, agregó el Villatoro.
Ayuda del exterior
Es la población extranjera que por muchos años han llegado a esos municipios del norte de La Unión a quedarse de forma temporal o permanente para trabajar en la agricultura, ganadería, la construcción y en el comercio informal.
El alcalde añadió: “Desde hace dos meses empezaron a vender el ganado porque el concentrado no ha bajado y otro tema es que la mano de obra no se encuentra, porque los que han venido a trabajar son los hondureños y nicaragüenses porque los salvadoreños no quieren hacerlo”.
De acuerdo con el edil, “algunos ganaderos manifestaron que su limitado presupuesto familiar no les ajusta para seguir comprando el alimento y las vitaminas para tener en excelentes condiciones sus vacas para la producción de la leche y sus derivados”.
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El funcionario agregó que al final quien subsidia al ganadero son los que están en Estados Unidos, de allá le mandan al familiar para que no lo vendan. Pero cuando no hay ese ingreso, no queda otra alternativa que venderlos”.
Elmer Alexander Zelaya vive en el cantón San Juan Gualare y dice que durante el invierno cuentan con pastos en los terrenos, pero durante los meses de verano les toca comprar la harina o pastos para alimentarlas.
“Aunque sean tres o cuatro vacas que uno tenga, eso es un trabajo porque todo está carísimo, la harina está a $20 la arroba y eso nos cuesta a nosotros mantener los animalitos y es posible que más allá este caro la comida de las vacas”, agregó Zelaya.
Una de las medidas emergentes de la alcaldía para aliviar la situación de los ganaderos y agricultores es la compra de una máquina picadora de pastos y una para desgranar las mazorcas del maíz.
Los servicios de una máquina para picar el pasto o desgranar el maíz cobran un promedio de $35 a $40 la hora.
Los semovientes los venden a compradores locales quienes lo llevan al mercado de Santa Rosa de Lima para su destace; aunque, la mayor parte los llevan a comercializar a Guatemala.
De acuerdo con datos de la municipalidad, el número de habitantes ha disminuido porque muchas familias desde jóvenes, mujeres, adultos y menores de edad se están yendo para Estados Unidos; al no encontrar una oportunidad para mejorar la economía familiar.
Hay muchas viviendas solas porque las personas que allí residían se fueron al extranjero. Pagaron los servicios de un traficante de personas.
El municipio tiene cinco cantones: Santa Rosita, El Rincón, San Juan, Canaire, Talpetate. Con una extensión territorial de 146.71 kilómetros cuadrados, a 80 metros de altura sobre el nivel del mar. Está ubicado en la zona norte del departamento, y tiene límite con el río Goascorán.