Estados Unidos considera “vital” que el balotaje presidencial del 20 de agosto en Guatemala se celebre “sin interferencias ni acoso” a los candidatos y partidos políticos, declaró el jefe de la diplomacia estadounidense para América Latina, Brian Nichols.
La crisis se originó cuando la Fiscalía, que viene acosando al movimiento “Semilla”, inició un proceso para cancelarlo después que el partido obtuviera el segundo lugar en las urnas, un proceso instigado, se dice, por el grupo en el poder, que teme que al salir sea investigado por la serie de abusos perpetrados en este mandato, entre ellos la captura y encarcelamiento del periodista José Rubén Zamora, director de El Periódico, el proceso contra otros ocho comunicadores y las maniobras para bloquear a Semilla y su candidato, Bernardo Arévalo.
La segunda vuelta definirá al futuro gobierno entre la exprimera dama Sandra Torres y Arévalo, hijo del expresidente Juan José Arévalo Bermejo, admirado por muchos dentro y fuera del país.
El subsecretario Nichols afirma haber hablado con el canciller guatemalteco, Mario Búcaro Flores, “sobre la vital importancia de permitir que la segunda vuelta de las elecciones se desarrolle sin interferencias ni acoso a los candidatos y partidos políticos”.
“Los guatemaltecos tienen derecho a elegir a sus gobernantes”, insiste Nichols en un tuit.
En una manifestación, un estudiante universitario, hablando por megáfono, dijo que “independientemente de quien salió desfavorecido en las elecciones del 25 de junio, debe respetarse las decisión expresada en las urnas y no intervenir”.
La protesta se debe a que la Fiscalía y el juez penal Fredy Orellana han promovido una serie de diligencias desde el 13 de julio, contra el movimiento Semilla para evitar que compita por la presidencia en el balotaje.
Arévalo sorprendió con el segundo lugar en la primera vuelta con 654.634 mil votos, sólo por detrás de la ganadora Sandra Torres Casanova, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), que obtuvo 881,592 votos.
Semilla nació de las manifestaciones contra la corrupción registradas durante 2015 y que culminaron con la caída del gobierno de Otto Pérez Molina (2012-2015), actualmente en prisión.
Como informan diversos medios guatemaltecos e internacionales, el Ministerio Público dirigido por la fiscal general, Consuelo Porras, sancionada por Estados Unidos en 2021, acusa a Semilla de un supuesto caso de firmas falsas durante su proceso de inscripción. Además de pedir su cancelación, también allanó su sede el pasado 21 de julio y emitió órdenes de captura contra dos de sus miembros.
Manifestaciones en Guatemala contra las maniobras judiciales
Por eso los guatemaltecos han salido a las calles a protestar y pedir la renuncia de los jueces y fiscales involucrados en los bloqueos contra Semilla, quienes se dice que son los mismos que intervinieron en el cuestionado proceso judicial contra el periodista Zamora y por el cual le impusieron una pena de seis años de prisión.
Con flores rojas, tambores y consignas como “esto es un golpe a la democracia” y “respeten la voluntad del pueblo”, los manifestantes se plantaron el lunes frente a la sede de la Fiscalía.
Ya el Gobierno de Estados Unidos lanzó una dura advertencia contra los jueces y fiscales guatemaltecos para que no interfieran con el proceso electoral.
Un funcionario estadounidense declaró a la agencia EFE que se trata de un intento por “socavar la voluntad del pueblo guatemalteco” y consideró que es un “gesto propio de dictaduras” como la de Nicaragua.
Mientras tanto, la segunda vuelta electoral permanece programada para el 20 de agosto, respaldada por la Corte de Constitucionalidad, máximo tribunal del país.