Imagínate que estás perdido entre la espesa selva del Petén en Guatemala, pero llevas un mapa, donde ves que hay un pueblo cercano y estarás a salvo porque está apunto de anochecer; miras al cielo entre las tupidas copas de los árboles, la poca luz que entra. Lamentablemente tienes el mapa pero no la brújula.
Así andan muchos emprendedores, inversionistas, micros y medianos empresarios buscando el financiamiento para sus proyectos y no encuentran la suficiente información que los pueda orientar. Llaman a alguna entidad financiera, tienen que esperar una extensa grabación el famoso directorio, para poder hablar con el ejecutivo para que les indique a qué oficina llamar y cuando te comunican con la persona a cargo te brinda la información y requisitos para aplicar. Pero cuando vuelves a llamar por una duda que quedó, pasas nuevamente por el calvario de la grabación y te contesta alguien en su oficina y te dicen que el encargado salió del país y vuelve dentro de un mes. Es muy triste para un emprendedor que nada más busca el apoyo y financiamiento para sus sueños, en específico con los créditos verdes: te dan el mapa pero no la brújula, tienes el sueño pero hay obstáculos para alcanzarlo.
Hemos visto noticias muy buenas en las que organismos internacionales y centroamericanos van a desembolsar millones de dólares para apoyar proyectos en sintonía con el medio ambiente a emprendedores, inversionistas, micros y medianos empresarios, dichos fondos canalizados por entidades de la banca local, sin embargo la noticia se estanca, y a nivel local, algunas instituciones financieras y sus áreas de sostenibilidad , no visibilizan de la mejor manera estos programas o accesos a este tipo de fondos. ¿Se está siendo lo suficientemente serio al respecto?
La comunicación está fallando, la estrategia está mal direccionada y pareciera que es un aspecto interno para estas empresas y el mensaje no es bien llevado al público interesado. Para mejorar esto se necesita de un lenguaje accesible y no atiborrado de conceptos y tantos tecnicismos, por el contrario, conciso y directo. Pero tenemos que tener vocación de investigadores, exploradores acuciosos para obtener la información y que nos pueda ser útil para hacer realidad un proyecto que esté vinculado con lo sostenible.
Los inversionistas interesados buscan el financiamiento verde, es la tendencia y por eso es importante que en nuestro país se promueva e incentive a las instituciones que poseen dichos fondos a través de las mismas gremiales y asociaciones empresariales, que salgamos del sistema obsoleto contaminante y que busquemos en conjunto reducir las emisiones y podamos descarbonizar la actividad económica de cara a la amenaza del cambio climático. Aunque parezca que el trabajo de los emprendedores es más parecido al de Sísifo en un ciclo agotador, desgastante e interminable los organismos internacionales deberían estar más “ojo al Cristo” con el desempeño de la asignación de esos fondos y medir el impacto positivo en desarrollo y medio ambiente.
Publicista