Haciendo un recorrido a pie por la ciudad, uno se da cuenta de muchas cosas interesantes, el deterioro de la infraestructura peatonal (aceras), donde hay peligros, obstáculos que pueden hacer caer a alguien, que se fracture o que se pueda herir. Estructuras metálicas de vendedores que se han apoderado anárquicamente de las aceras, de los espacios de la ciudadanía, parqueos prohibidos en donde usurpan el paso peatonal, las personas con impedimentos físicos que se les imposibilita poder transitar por el espacio que les pertenece y es un verdadero vía crucis para ellos.
Ojalá las autoridades vayan recuperando esos espacios ciudadanos y que periódicamente rectifiquen el respeto y haga prevalecer el derecho de las personas en poderse movilizar sin riesgo, y que sean rigurosos con las sanciones a los infractores.
Las calles son un peligro y nadie garantiza la vida y subsistencia en ellas. Al ser usurpadas las aceras, la gente tiene que andar por la calle; mucha gente se apodera del volante enfrascada en la velocidad y cegada sin respetar la vida de sus semejantes. Es por eso que la ciudadanía ve con buenos ojos que se endurezcan las multas, penas con aquellos temerarios y automovilistas con instinto asesino.
No existe una varita mágica para la ciudad perfecta, pero se pueden aprovechar los recursos técnicos y de cooperación para educar a las personas a tomar nuevos hábitos y a fomentar los deberes ciudadanos.
A como un osado equilibrista entre dos edificios de gran altura y con fuerte viento en tambaleante cuerda floja , una ciudad como la nuestra lucha contra la depredación ambiental, los desastres naturales, el colapsado parque vehicular, el mal comportamiento ciudadano, la anarquía y la prepotencia; los desechos sólidos, el poco tratamiento a las aguas residuales, etc.
En estas épocas del año se puede sentir en el ambiente mal olor, en las quebradas, caen las aguas negras y se estancan obviamente por la estación seca, algunas alcantarillas de aguas negras han colapsado en la ciudad, y pareciera que volvemos a épocas coloniales donde la mayoría de ciudades carecían de drenaje y alcantarillado. Todo esto trae consigo enfermedades, más virus y bacterias flotando en el aire y enfermando al menos inmune.
Con el tema de los desechos, es una batalla a diario, de que las autoridades luchen por querer mantener limpias las calles y nuevamente vuele el ciclo de desechar, tirar y vivir acostumbrados a que se nos resuelva el tema de la basura. ¿Qué ha pasado con las instituciones? ¿Se han activado en este tema? En cada institución hay unidades ambientales que rinden cuentas al Ministerio del Medio Ambiente ¿Qué estrategias estarán implementando respecto a este tema? Una de las unidades ambientales más importantes que existe es la del Ministerio de Salud. Se imaginan ustedes el nivel de logística que existe para poder evacuar todo tipo de desechos bio-infecciosos de toda la red de hospitales nacionales. Hay desechos que se deben tratar con rigurosos protocolos y pasar por procesos en los cuales se deben comprar máquinas de última generación para deshidratar y obtener un desecho menos contaminado apto para la deposición, además hay desechos que también se pueden aprovechar y reciclar.
Parte de la eficiencia de muchas instituciones, es tomar conciencia ambiental, que abarque muchos temas en los que se enfoque una línea estratégica de eficiencia energética, eficiencia hídrica, gestión de los desechos sólidos, el aparato estatal es de gran importancia y forma parte del pastel estadístico que es esencial para un plan de descarbonización.
Falta mayor articulación al respecto y sobre todo poner claro el ambicioso plan a implementar a nivel institucional. Aún existe mucha deuda ambiental y mucha compensación por hacer efectiva por parte de algunas instituciones que llevan a cargo la agenda de desarrollo del país, como por ejemplo la reforestación, la garantía de tratar aguas residuales, protección de áreas verdes, garantizar la buena calidad del aire, etc.
No podemos negar que se ha visto buena voluntad por parte de las autoridades en querer preservar el medio ambiente. Un claro ejemplo es el lago de Coatepeque, declarado área protegida recientemente. Otra zona que merece la atención de las autoridades es la playa Mizata, santuario de reproducción de tortugas marinas, de los pocos que existen en el país; sin embargo, los proyectos turísticos relegarán dicha zona exquisita en biodiversidad donde se puede perder el bonito proyecto de la reproducción de tortugas marinas.
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