Luego de semanas de continuo ataque de Rusia a Ucrania, se reflejan varios matices y actitudes del ser humano que muchas veces por naturaleza y en aras de sobrevivir, se ve en la obligación y necesidad de poder defenderse ante la posibilidad de sufrir atentados contra su vida.
Iniciando con el primer ciudadano de Ucrania, Volodimir Zelenski, profesional abogado y quien previo a ello fue comediante, guionista, director de la ciencia ficción, hasta llegar a la fecha en donde ese papel protagónico que en su momento pudo llegar a ser ficticio, ahora es parte de su vida real. Un hombre que sin duda ha sido el rostro mas visible en esta escalofriante, perturbadora y espantosa guerra que viven rusos y ucranianos. Rompiendo esquemas y paradigmas, a diferencia de otros líderes mundiales que fácilmente pudieron haber huido en busca de resguardo, este señor al que mencionamos ha sido líder de su pueblo, el cual ante el peligro de nación e integridad de la vida humana, se han alzado con valentía y esperanza a combatir y tratar de defenderse de ese monstruo ruso que con su aparataje militar no ha dudo en sacar su artillería pesada.
Ante la duda, paciencia o quizá indecisión de otros países “amigos” de Ucrania, Zelenski demostró a sus gobernados que no había marcha atrás que enfrentar al opresor. Una batalla que claramente se deslumbra en un David versus Goliat, en donde ese Goliat no ha escatimado compasión alguna y ha olvidado otras cosas que, con todo respeto, valen más que el poder: la vida humana. Luego se suma gradualmente la OTAN, que con renovados bríos se espera pueda acompañar y apoyar a Ucrania en la búsqueda de lograr detener una situación que muchos especialistas geopolíticos ya han nombrado como tercera guerra mundial.
Sin embargo, se refleja un pronóstico de lucha larga, en donde una potencia como la rusa difícilmente dará su brazo a torcer y pondrá punto final a esta guerra que actualmente se desata. Por ello, retomar negociaciones es clave para frenar el derramamiento de sangre que actualmente se vive a causa de este conflicto. Lograr acuerdos, hablar, parlar constructivamente, poner las cartas sobre la mesa, enfocar el interés social por encima de lo económico y político en general, deberían ser los pasos que se necesitan dar para frenar esta situación, la cual es únicamente pagada por los seres humanos.
A la población que reside en Ucrania y se ha volcado a defender su territorio, resiliencia y valentía es lo mejor que pueden fortalecer para tratar de salir adelante en este fuego cruzado que esta acabando miles de vidas, desde niños hasta ancianos, llevándonos a un genocidio sin precedente alguno. Pueblo valiente, ojalá que la mano de Dios pueda interceder para poder frenar esta catástrofe mundial y así detener la pérdida de tantas vidas inocentes.
Como ciudadanos del mundo esperamos que este conflicto pueda cesar lo más pronto posible, que el presidente Putin calme su euforia y accionar que lastimosamente opaca sus buenas aptitudes y esa visión de político que en su momento algunos podíamos llegar a resaltar, y al presidente Zelenski que pueda resistir y lograr lo más pronto posible solventar a través del diálogo con su homólogo ruso. Solamente de esa forma podrán detener lo que sucede. Mucho animo y fortaleza en estos momentos, ojalá los demás líderes del mundo pudiesen tomar nota y reflexionar el ejemplo que Zelenski está dando en el sentido de no dejar tirado su país y estar al pie del cañón con la frente en alto luchando hasta las últimas consecuencias.
Abogado, Master en Tributación Internacional y Asesoría Jurídica de Empresas, Decano de la Universidad Nueva San Salvador