La guerra que vive Ucrania, defendiéndose del ataque monstruoso de Putin, ha sido analizada por expertos en economía, geopolítica, globalización, ecología y en todas las ramas habidas y por haber. Sin embargo, poco interés hemos tenido en observarla desde la luz de la fe, a pesar de que tanto el Papa Francisco, como los principales dirigentes religiosos de diversos credos, han solicitado repetidamente que los fieles oremos mucho y que los gobiernos del mundo eviten, por todos los medios a su alcance, más derramamiento de sangre inocente en esta guerra sin provocación, donde el poderío ruso está invadiendo y tratando de subyugar una nación independiente mediante la fortaleza de un ejército enorme y bien armado. Eso, mientras mantiene al mundo en vilo usando el chantaje de una guerra nuclear, llevándonos a la destrucción total, si hubiese intervención militar en apoyo a Ucrania.
¿Qué dice la Iglesia Católica ucraniana?
Primero, una nota, para quienes ignoran que en la Iglesia Católica existen dos ritos (las fórmulas externas de llevar a cabo la liturgia): el rito latino, que practicamos en El Salvador y en Occidente en general, y el rito oriental. Las iglesias católicas orientales reconocen al Papa, Obispo de Roma, y están en absoluta comunión con todos los dogmas, sacramentos, etc., pero utilizan diferentes formas externas para orar. Un católico puede participar con absoluta confianza y entrega en una misa de rito oriental, porque es la misma esencia. Por ejemplo, en Miami, la bellísima iglesia dedicada a San Judas Tadeo es 100% católica pero su rito es melkita y la Misa, cantos y oraciones, los hacen en inglés y en árabe, siendo profundamente bellos y conmovedores.
Dicho esto, ¿qué fe profesan los ucranianos? Según The Catholic World Report, dentro de una población de 44 millones, el 1% son católicos latinos (como nosotros), un 9% son católicos de rito oriental y el resto son cristianos de la Iglesia Ortodoxa. (Estos últimos ahora están divididos porque una parte continúa dentro de la Iglesia Ortodoxa de Moscú, que apoya a Putin, pero los demás se anexaron a la Iglesia Ortodoxa Griega.)
Pues bien, son los Obispos de la minoría católica latina quienes han solicitado fervientemente al Papa Francisco la consagración de Ucrania y de Rusia al Corazón de María, tal como Ella lo pidió a la vidente Sor Lucía en sus apariciones en Fátima. Cabe mencionar que, antes de 1917, cuando las revoluciones terminaron con el Imperio Ruso y se estableció la Unión Soviética, Rusia era conocida coloquialmente como “La casa de María”, debido a que, entonces, allí existían más iglesias dedicadas a Ella que en ningún otro país del mundo.
Así como los obispos ucranianos escriben una ferviente, urgentísima carta al Papa “en estos momentos de inmensurable pena y terrible prueba para nuestro pueblo”, yo humildemente me atrevo a solicitar a nuestro Arzobispo que, en unión de todos los Obispos, el clero y los fieles, nos unamos en oración por el triunfo de la paz, la verdad y la justicia en el conflicto bélico ruso-ucraniano. Y que, usando la fórmula que la Virgen de Fátima indicó para ello, consagren a El Salvador a su Corazón Inmaculado, porque nosotros también, en esta tierra bendita que lleva el Nombre de Su Divino Hijo, estamos pasando por “momentos de inmensurable pena y terrible prueba para nuestro pueblo”.
Empresaria.