La Compañía de Jesús le ha dado a la Iglesia algunos de sus más grandes santos y también sus más grandes mártires. Tanto así que si los buscan en Wikipedia, el listado corre de la A a la W. Un Jesuita jamás va a vivir un cristianismo “acomodaticio y aburguesado” y siempre va a denunciar las injusticias sociales. Esto viene desde la fundación de la misma Compañía. El Jesuita va donde lo manden y desde allí trata de transformar la sociedad. El Jesuita siempre va donde están los más desposeídos. El Jesuita es crítico. El Jesuita esta para encender al mundo. El Jesuita tiene madera de mártir. Por eso la Iglesia pietista y muy pocos laicos los entienden.
En la década de los 2010, cuando las aguas comenzaban a revolverse, yo estaba dictando una cátedra universitaria (no en la UCA) y mencioné, de casualidad, a los Mártires. Fue un shock para mí darme cuenta de que muchos jóvenes desconocían que esa masacre se había perpetrado. En los años de la guerra la UCA fue atacada por mil cosas, acusada de mil cosas. Lamentablemente, parece estar repitiéndose. País que desconoce su historia...
Cuando leo a muchos aseverando que la Compañía de Jesús no quiere justicia para los Mártires, que es una “ONG fachada” y tergiversando lo que dijo el PADRE (porque es, ante todo sacerdote), realmente no sé qué pensar. La Compañía de Jesús ha solicitado investigaciones y justicia por años. La UCA desarrolló por años los proyectos UCA-MINED, los cuales no eran secreto para nadie, y para mí, el más beneficioso para el país fue el de los Sistemas Integrados de Escuelas Inclusivas de Tiempo Pleno (SI-EITP) con el fin de prevenir la violencia. Además de ser, fácilmente, la mejor universidad en El Salvador. ¿Es una voz crítica? Obvio. Tenemos que entender que para un Jesuita la justicia está intrínsecamente basada en el bienestar del desposeído. Mientras ellos mantengan su independencia moral y ética, compartirán sus conocimientos con tal de construir una sociedad más justa. Si la sociedad no actúa con justicia, alzarán la voz, con TODOS los gobiernos, como lo han hecho por cuarenta años, como dice el Evangelio. Por tanto, decir que un Jesuita no “dice la verdad” es demostrar, desafortunadamente, un descomunal desconocimiento de la mística misma de la Compañía. Aclaro: mi Alma Mater es la Francisco Gavidia.
Una vez más recalco que es importante revisar nuestra historia, pero debe hacerse con prudencia, respeto y, ¿por qué no decirlo?, un anhelo de conocer la verdad. Atacar a una congregación que ha hecho más por El Salvador en cuestión de justicia, derechos humanos y bienestar social, que muchos gobiernos; que ha dado mártires cuya sangre ha corrido por la tierra salvadoreña; y algunos de cuyos miembros, como Jon Cortina —una eminencia que diseñó una tuerca para la NASA, lejos de vivir con lujos, escogió vivir entre los pobres de Guarjila —, además de irrespetar el mismo sacerdocio del PADRE RECTOR Oliva y comparar a la UCA con una “ONG fachada”, es una injusticia, por decir poco.
En El Salvador tenemos seis mártires Jesuitas. Le debemos más a la compañía que la compañía a nosotros. Y cito, para terminar, a Ignacio de Loyola-San Ignacio de Loyola- su fundador: “El examen de conciencia es la mejor manera de cuidar el alma”. Ojalá hagamos un buen examen de conciencia como salvadoreños para cuestionarnos si vemos a la Compañía como conflictiva por decir la verdad. La verdad debería generar en nosotros un examen de conciencia, una mejora social, no conflicto.
Educadora, especialista en Mercadeo con Estudios de Políticas Públicas.