“Aprendí en esas tierras lejanas de mi origen diversas artes, venerable cantora. El arte de la música: el arte de la magia: el arte de la caza: el arte del comercio, el arte de amar y al fin el arte de vivir… No obstante, deseo conocer algún nuevo arte, difícil de aprender por los humanos. Dime, enigmática criatura, ¿cuál arte así me falta saber?”. El oráculo de la quimera respondió: “El arte más sublime y difícil que te falta aprender es el arte de olvidar. Tienes que olvidar, por ejemplo, el dolor de vivir, que es el que más aqueja a seres como tú. ¿Por qué crees que los hombres de las ciudades tenebrosas que habitas, son tan crueles y sin piedad? Atormentados y solos, sufren porque no olvidan. Aunque a veces la fiebre del desierto les haga olvidar la vida y el amor. No olvidan, en cambio, penas y agravios y es así como su corazón se colma de amargura. Todo, porque son incapaces de perdonar el ultraje del ayer. Mundanos agravios y banalidades envenenan su alma. Las heridas en su carne no cierran, porque no las olvida. Son libres hasta que asesinan el pasado”. (XII)
El oráculo de la quimera responde
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Por Carlos Balaguer | Ago 28, 2022 - 16:09