Sólo la paz gana la paz. Los jerarcas del mundo debieran abolir la esclavitud de la guerra que somete a la actual civilización. Porque ellos mismos –junto con sus pueblos- marchan de manos encadenadas hacia la paz del porvenir, ante el flagelo del terror, tanto escondido como en conflagración abierta. Abraham Lincoln pasó a la Historia al abolir la perversa esclavitud humana que existía en su país y condenarla en el planeta. Hoy la Humanidad está sometida a esta otra forma de esclavitud, como medio oscuro de expansión económica y geopolítica. La bestia apocalíptica ha sostenido hasta hoy la economía militar de la civilización suicida. Pero el destino nos alcanza. La Humanidad sólo podrá sobrevivir si alza la bandera blanca en los oscuros campos de masacre y confrontación. El régimen de Donald Trump arrojó en su tiempo luces de esperanza para la paz mundial cuando dijo al mundo que no quería más “guerras perdidas”, anunciando la posible reconciliación con otras potencias del Orbe como Rusia y China. Pero sus palabras no tuvieron porvenir. El viento negro de la historia se llevó sus palabras, atizando el fuego de la confrontación humana. De esa manera resurgió con vida el cadáver trágico, espurio y sombrío de la “guerra fría”, arrastrando con ello a la Humanidad a la fatal y actual escalada nuclear. “No hay guerra ganada” nos dice el axioma. Tan sólo nos queda la puerta de luz de la Paz mundial. La única conflagración del amor inteligente que salvará a nuestra civilización del holocausto y caída. <palabrasbalaguer.facebook.com>
La esclavitud de guerra
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Por Carlos Balaguer | Ago 01, 2022 - 16:47