El silencio no esconde nada. Todo lo dice al callar. “Vayu” –el viento errante— nos hablaba al oído sin decir palabra alguna con su rumor de dunas y distancias. Como hablan los perros entre sí y con nosotros. Como alguna vez -en la Odisea cósmica de nuestro sueño de ayer- encontramos -Karuna y yo- la raza azul del planeta sin tiempo, cuyo pueblo hablaba con la mirada. Sin decir palabra alguna. Como lo hace la íntima “Nada”, silencio de tu desierto interior. De nuestra lejana civilización quedaba poco. En el mundo, tan sólo las pirámides egipcias, los templos griegos, la eterna ciudad de Petra en el desierto, la fabulosa Esfinge en los caminos borrados de Tebas a Corinto, la estatua de la Libertad en una solitaria bahía, las “torres del silencio”, las pirámides de la India ancestral, de Ankor y de las remotas civilizaciones maya e inca y –finalmente—las esculturas de piedra de Isla de Pascua, en la lejanía de los mares australes. Era el silencio de la Historia. Silencio de una Humanidad a quien calló la misma Historia y el Destino humano, que borra de un solo golpe las luminosas ciudades de su utopía. (LIX)
Silencio de la historia
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Por Carlos Balaguer | Jun 08, 2022 - 19:18