Vienen en el viento desde eternas e internas lejanías. Surgen de la nada, del sueño, la risa, el gozo y el dolor. Cual coros fantasmas o coplas perdidas de la imaginación divina. Acaso serán coplas de amor de un trovador que junto a ellas se borró en el tiempo. Cantos lejanos que rompen el aire con alas azules, de hielo y de luz. Errantes y eternos, vagan por el mundo. Sin hallar un alma o acaso un cantor despierto. A veces todos los juglares duermen su nostalgia. Parece que han muerto de cara al cielo con una sonrisa. Pero no es así. Es sólo que sueñan la vida de un sueño. O el sueño que queda después de la vida. Y yo, mientras tanto, -dice el alma poeta- te miro lejana, detrás del cristal frío y nebuloso de la multitud. Te siento cercana, cuando tú no estás. Cuando el ruido extraño de la muchedumbre ha quedado lejos, sin risas, sin gloria, te digo que te amo. Aunque el mismo sino me calle la boca. Es así que versos del silencio surgen de la nada. Estrofas no dichas que arrastra el naufragio lírico del tiempo. Será el cantar de un juglar lejano. Surgen de repente viajeras canciones; sílfides del viento que en fuga se pierden en la voz ausente. Y rompiendo sombras surgen del silencio. Vuelven a vivir, como por encanto. Nacen de la vida que nos dice tanto. A veces de un sueño de amor, de la risa o de algún dolor que -en medio del pecho- escribe un poema. Vienen desde dentro. De internas y amadas dulces lejanías.
Versos del silencio
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Por Carlos Balaguer | Feb 23, 2023 - 15:28