Aristóteles, Tomás de Aquino, la Etiología clínica, el modelo de Ishikawa o diagrama de pescado, el enfoque de Marco Lógico (EML) y su árbol de problemas, el método de Pareto, han intentado, a lo largo de la historia, entender o estudiar las causas para comprender los efectos y diseñar soluciones.
En el campo de las Ciencias de la Salud se considera la etiología como el estudio de las causas o el motor de búsqueda para entender el origen de las enfermedades. Tres preguntas hipocráticas del inicio de la historia clínica son: ¿Qué le pasa? ¿Desde cuándo? ¿A qué lo atribuye?
Más allá del debate entre Pasteur, Bernard y Koch, los tres elementos necesarios para que se desarrolle una enfermedad son: El medio ambiente; el agente; y el huésped. Estos tres "elementos" por sí solos no "causan" un problema. Es la concurrencia de los tres, en tiempo y espacio, lo que da como resultado una enfermedad. Cuando se conoce la causa o causas de una enfermedad, facilita la investigación de un tratamiento específico, o en su defecto un tratamiento para mejorar la calidad de vida del paciente.
Tanto en la Física como en la Teología se ha estudiado el origen o causa del movimiento; la “causa causarum” o el “Big Bang”, la “Causa Sui” (causa de sí mismo o auto-causado), la “cinemática” o la “dinámica”; las propiedades de tener una posición en el espacio-tiempo, un estado físico definido sujeto a evolución temporal y poderle asociar una magnitud física llamada energía, son parte de la arquitectura a tomar en cuenta en este análisis.
Aristóteles en su formulación de “Acto y Potencia” define el movimiento, lo dinámico (το δυνατόν) como la realización (acto) de una capacidad o posibilidad de ser (potencia) en tanto que se está actualizando. El acto, o entelequia (entelékheia), es la actualidad de una cosa o de un ente (on) y significa realización y perfección, mientras que la potencia es pura posibilidad de ser algo.
Aristóteles diferenciaba entre cambios sustanciales y cambios accidentales. Los primeros serían aquellos en los que aparece o desaparece la sustancia; solamente podrían ser dos: generación y corrupción. Los cambios accidentales, por el contrario, serían aquellos que se producirían sin que su forma sustancial variara. Luego nos enteramos gracias a Lavoisier que la materia ni se crea ni se destruye, solo se transforma…
No obstante, desde lo más cotidiano y corriente, la sustancia es ese sujeto o ente permanente a través de esos cambios más superficiales; los accidentes, en contraposición a la sustancia, son aquellas características que le acontece a la sustancia, que pueden ir y venir, sin que desaparezca ese sujeto o ente fundamental.
En síntesis, podemos decir que hay cosas esenciales o de fondo y aspectos accidentales de forma; así como fenómenos “esenciales” y otros “superficiales”. Distinguir esto es importante para analizar los procesos y productos, los problemas y sus causas.
Todo lo que sucede en el presente y, la posibilidades de que suceda algo en el futuro, tiene una causa en el pasado; hay condiciones dialécticas -en términos hegelianos- de tesis, antítesis y síntesis, de negaciones y oportunidades, de fuerzas impulsoras o restrictivas (Lewin) que dan de sí una nueva realidad, negativa o positiva.
Las causas del conflicto o guerra civil de 12 años en El Salvador fueron: a) el cierre de los espacios democráticos y de diálogo; b) la violación sistemática de los Derechos Humanos; c) Los fraudes electorales; d) el militarismo; e) un modelo económico con beneficio restringidos a unos pocos; entre otras circunstancias.
Las causas de una postguerra corrupta e ineficiente fueron: a) el egoísmo partidocrático; b) la ignorancia y la baja escolaridad; c) la impunidad del sistema judicial; d) el clientelismo y compadrazgo; e) la ausencia de políticas de Estado; entre otros aspectos.
Las causas de las pandillas, el subempleo y la migración fueron: a) la deserción escolar sistemática en tercer ciclo; b) la falta de oportunidades; c) la inseguridad; d) la pobreza y la exclusión; e) la ineficiencia de las políticas públicas; y f) la poca sensibilidad empresarial.
Las causas de la situación política autoritaria que vivimos actualmente son: a) El agotamiento de los partidos políticos de postguerra; b) la corrupción desenfrenada; c) el desencanto con la clase política; d) la vulnerabilidad jurídica; e) la necesidad ciudadana de un autócrata que ordenara el desorden; f) la pésima calidad de nuestro sistema educativo. Entre otros aspectos.
En las condiciones “físicas” del devenir histórico siempre podremos encontrar razones “metafísicas” que nos puedan dar cuenta de la realidad; es decir leer entre líneas, buscar, profundizar, desideologizar para llegar a las entrañas de los problemas, situaciones y circunstancias.
De vez en cuando tenemos la necesidad de recurrir a la metafísica -ciencia filosófica con rigor lógico y teórico- que va más allá de lo físico, y estudia las causas y los orígenes, y categoriza contenidos en diversas disciplinas: ética, la política, la física, matemática. Esta “Filosofía Primera” demanda asombro y capacidad problematizadora; hay que hacer muchas preguntas y diversas preguntas.
Por ejemplo, con las investigaciones de “Humor social y político” que realizamos desde el Centro de Estudios Ciudadanos de la Universidad Francisco Gavidia (CEC-UFG) intentamos explorar lo que piensa y siente la gente, desde nuevas perspectivas. Entender el impacto de las redes sociales, la apreciaciones emocionales, las dimensiones temporales, los referentes inspiradores, las ideologías, las creencias, la posverdad y la neolengua, nos da una idea de “por qué sucede lo que sucede” y también de lo que puede suceder y ésta visión prospectiva es muy importante.
Conocer y comprender la dinámica y lógica de las causas nos aclara y define el futuro; y detrás de todo hay datos que dan cuenta de la realidad; el azar y la casualidad sí tienen un rol en la historia, pero siempre habrá Triggers que están a la base de lo que sucede.
Disclaimer: Somos responsables de lo que escribimos, no de lo que el lector puede interpretar. A través de este material no apoyamos pandillas, criminales, políticos, grupos terroristas, yihadistas, partidos políticos, sectas ni equipos de fútbol… Las ideas vertidas en este material son de carácter académico o periodístico y no forman parte de un movimiento opositor.
Investigador Educativo/opicardo@asu.edu