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Doctrina del Shock

El estallido de homicidios le abrió lugar a una primera justificación al Bukelismo: instalar un Régimen de Excepción. Y así, mientras muchas personas durmieron con la atroz noticia de que el 26 de marzo de 2022 había sido el día más sangriento del siglo, se despertaron con la noticia de que estaban bajo Régimen de Excepción y que se habían perdido ya algunos derechos constitucionales. ¿De qué le sirve esto a un Gobierno que ya controla los tres órganos del Estado?

Por Andy Failer | Mar 29, 2022 - 17:17

La Doctrina del Shock ideada por Milton Friedman y plasmada en el libro de la canadiense Naomi Klein, es una tesis que se aprovecha de una crisis, sea esta una guerra o desastre natural, cualquier evento de primer orden que haga entrar a la ciudadanía en una especie de estado de shock, para luego, mientras las personas se recuperan del trauma, el Estado impulse una serie de reformas profundas, muchas quizá impopulares o polémicas, y estas se instalen de forma permanente. Sin duda alguna el derramamiento de sangre que El Salvador atestiguó durante estos últimos días de marzo de 2022 ha sido una atrocidad contra la vida humana, pero el Bukelismo no dudó en difundir rápidamente un discurso que podría compaginar con planes perversos y dañinos para la vida democrática y económica de este país.

La tesis de Friedman aborda reformas económicas vinculadas al capitalismo y privatizaciones, pero, al leer sus propias palabras, sin duda alguna encajan a la perfección para cualquier gobierno autoritario que tenga entre manos una reforma de pensiones, una reforma constitucional, una reforma electoral, e incluso la tarea pendiente de emitir bonos nacionales con Bitcoin, entre otras perversidades más. Friedman dijo: “Solo una crisis -real o percibida- da lugar a un cambio verdadero. Cuando esa crisis tiene lugar, las acciones que se llevan a cabo dependen de las ideas que flotan en el ambiente. Creo que ésa ha de ser nuestra función básica: desarrollar alternativas a las políticas existentes, para mantenerlas vivas y activas hasta que lo políticamente imposible se vuelva políticamente inevitable”. ¿Verdad que encaja muy bien?

El estallido de homicidios le abrió lugar a una primera justificación al Bukelismo: instalar un Régimen de Excepción. Y así, mientras muchas personas durmieron con la atroz noticia de que el 26 de marzo de 2022 había sido el día más sangriento del siglo, se despertaron con la noticia de que estaban bajo Régimen de Excepción y que se habían perdido ya algunos derechos constitucionales. ¿De qué le sirve esto a un Gobierno que ya controla los tres órganos del Estado? Tácticamente, de nada, pero estratégicamente sirve para enaltecer aún más el espectáculo público y para darle unas cuantas descargas eléctricas a la población salvadoreña, hasta provocar cortocircuitos que debiliten la capacidad de respuesta ciudadana y faciliten la adaptación social ante los ajustes que el oficialismo imponga.

Mientras una crisis es contestada con otra crisis, a la ciudadanía le irán sembrando, descarga tras descarga, la idea de algunos cambios profundos que cambiarán la dinámica social del país por completo. Algunas cosas no volverán a ser igual. La dignidad y el bienestar colectivo se quebrarán cada vez más cuando el Gobierno instale y ejecute más políticas públicas de corte autoritario. Mientras tanto, la Doctrina del Shock versión Bukelista logrará que la gente no asimile con rapidez y de forma enfocada la nueva realidad. Los cambios bruscos que introduzca el Bukelismo irán esparciendo raíces muy rápidamente.

En estos oscuros tiempos la impunidad se teje bajo el antojo del aparato de propaganda oficialista.  Pero mientras exista resistencia ciudadana y memoria colectiva, habrá oportunidad de poner luz en donde ellos quieren mantener la oscuridad.

El autoritarismo de Bukele tiene suficiente fuerza para seguir gobernando contra el bienestar de las personas, pero sus mentiras caerán tarde o temprano, porque la moral no alcanza cada vez que roban y oprimen. Y si en ese agujero oscuro cala aunque sea un poquito de luz, eso ya es suficiente motivo para seguir luchando y desbaratar este tratamiento de choques. Como se ha dicho una y otra vez en distintas partes de latinoamérica: “Hasta que la dignidad se haga costumbre”.

P.D.: El actual Régimen de Excepción contó con los votos favorables de los diputados René Portillo Cuadra y Francisco Lira, ambos del partido ARENA. Quiero decirles que su falta de perspicacia política ha dejado en evidencia el tipo de oposición que ustedes saben abanderar. Su voto les precede, señores.

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Estado De Excepción Opinión

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