El dolor y el sufrimiento dan interés y valor a la vida, y al que está habituado a luchar le será dulce sufrir” (Juan Luis Vives, 1492-1540. Filósofo español. Estudió en Paris y fue profesor en Lovaina y Oxford).
Sí, a quienes están acostumbrados a luchar en la vida, les será dulce el sufrimiento. Es cierto. Se hace alusión a ese pensamiento, en relación al aparatoso accidente vial que se registró el miércoles 15 de marzo de 2023. El pie de foto de portada de EL DIARIO DE HOY es elocuente, y dice “Rastra embiste 29 vehículos: dos muertos. Una rastra que presuntamente tuvo fallas en los frenos provocó un múltiple choque ayer al mediodía en el bulevar Los Próceres, San Salvador. Hubo dos muertos y decenas de herido. Entidades de socorro trabajaron para rescatar a las personas atrapadas” (Los demás medios escritos también se refirieron al accidente vial, y también la televisión).
Sinónimos de ‘aparatoso’ son estruendoso, tremendo, fatal, terrible, tremebundo, espantable, espantoso, horripilante, horrendo, abracadabrante, apocalíptico, aterrador, horrible, hórrido, pavoroso, terrorífico, truculento (“Diccionario de sinónimos y antónimos de la Editorial OCÉANO).
Bueno, con el tiempo, los dolientes habrán de acostumbrarse a sufrir, sí a sufrir, porque se resignarán a soportar el dolor de sus ausentes y se encomendarán al Todopoderoso a fin de que ellos descansen en santa paz.
Y es aquí, precisamente, donde cabe el valor humano de la educación. Sí, de la educación, que refina el espíritu y tonifica el alma, que cultiva los más elementales valores éticos y morales, para que el humano se desarrolle planamente y se transforme en un individuo útil a sí mismo, a su familia, a la comunidad y a la patria en general (ya fue mencionado este principio en un artículo editorial anterior).
El enorme vehículo que provocó la tragedia (una rastra) iba recargada, con 10 toneladas más de peso, de los estipulados por las autoridades.
Y es que realmente, la epidemia de accidentes sólo se vencerá con educación. El Secretario de la ONU, refiriéndose a los accidentes viales, dijo: “Los accidentes en las carreteras son una amenaza silenciosa y ambulante, que dejan 1.3 millones de personas muertas cada año”. Realmente, lo que escribe es literalmente una epidemia, acaso la única para que la vacuna no está en los hospitales, sino que en las escuelas, que es donde se debe enseñar a la población la responsabilidad que se suponen un timón y un volante, tal como opina el doctor David Escobar Galindo.
Maestro, sicólogo, gramático.