Luego de más un año desde que el presidente Nayib Bukele prometió una reforma al Sistema de Pensiones, la propuesta para hacer esos cambios a la ley actual está cada vez más cercana, pues el anteproyecto ya fue enviado a la Asamblea Legislativa, donde los diputados han conformado una comisión especial para analizar el proyecto.
Sin embargo, y con los pocos datos que se saben de palabras del mismo Bukele o de sus funcionarios del Ministerio de Hacienda y del Ministerio de Trabajo, sectores sindicales en el país rechazan la propuesta por considerarla insostenible, pues la esencia de la misma buscaría elevar la pensión mínima a $400 mensuales.
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La agencia financiera Barclays, con sede en Reino Unido, publicó un informe recientemente en el que analiza esta coyuntura, junto a otras, y concluye que la propuesta podría agregar aún más presiones a las cuentas del Estado, esto debido a que lo que se sabe del anteproyecto indica que no habría interés del gobierno por tomar prestado dinero de los fondos de los trabajadores, algo que ha sido reiterado tanto por el titular de Trabajo, Rolando Castro, como el de Hacienda, Alejandro Zelaya.
En este punto, Barclays también apunta que el proyecto de reforma no soluciona el tema de la deuda total que tiene el país, de la cual el 25% corresponde, precisamente, a las pensiones, según señala. Y subraya que solo “se enfoca en aumentar las cotizaciones y la pensión mínima”, así como elevar en un 1% el aporte que realizan los empleadores a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).
Según el análisis de la financiera, aumentar la pensión mínima de $304 a $400 podría provocar un costo adicional de hasta $60 millones a las arcas estatales, esto bajo la premisa de que hay unos 53,000 jubilados con esa pensión.
No obstante, dentro del análisis realizado por esa agencia lo más llamativo no es el factor de las finanzas salvadoreñas, sino el tema político que podría haber detrás del anuncio, pues sostiene que podría estar enfocada en apuntalar la popularidad de Bukele previo al año electoral, en el cual, según anunció en septiembre, competirá por una posible reelección.
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“La reforma de pensiones parece estar diseñada para apoyar la popularidad del presidente Bukele en el período previo a su reelección en 2024, que ya es alta (alrededor del 86% según la encuesta CID Gallup de octubre), sin tener en cuenta la futura viabilidad financiera del sistema de pensiones”, dice en el informe de Barclays.
Esto último se refiere a la sostenibilidad que tanto han solicitado varios sectores entorno a las pensiones, pues según economistas, al aumentar las pensiones actuales se pone en riesgo el pago de las pensiones en el futuro.
Asimismo, la Central Sindical Independiente (CSI) señaló el miércoles, a través de uno de sus representantes, que la propuesta de cambiar la Ley del Sistema de Ahorros para Pensiones es una medida “incoherente, populista e insostenible”, algo que va en sintonía con el análisis de Barclays.
Ante esto, la financiera también añade que “los esfuerzos para disminuir el servicio de la deuda parecen solo disminuir los riesgos de incumplimiento en el futuro inmediato, pero la situación sigue siendo frágil”, con respecto a otro de los puntos abordados en el informe, como lo es la operación de recompra de los bonos de 2023 y 2025.
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“Recompra pequeña por restricciones en liquidez”
Con respecto a la segunda operación de recompra de bonos que anunció recientemente el gobierno para reducir el riesgo de caer en impago en enero del próximo año, Barclays considera que esa oferta es pequeña ($72 millones de $667 millones pendientes solo del Bono 2023) debido a que “parece que apunta fuertemente a las restricciones de liquidez y la dificultad para que el gobierno sostenga su estrategia fiscal”.
En ese sentido, apunta que sí hay suficientes fondos para evitar el impago del bono más próximo a vender, pero recalca que es “a expensas de un mayor deterioro de la liquidez” futura.
Esto quiere decir que el riesgo de caer en impago en los compromisos de deuda a más largo plazo aumentarían, algo que ya ha sido señalado por economistas salvadoreños en su momento.