A pesar de que ya había estado antes en El Salvador, para la disputa del Preolímpico a Tokio 2020, la surfer de origen español y quien compite para el equipo de Alemania, Noah Klapp, regresó al país. Desde hace más de una semana, la surfer -quien también fue impactada por el rayo con el que murió la salvadoreña Katherine Díaz- ha estado en la costa nacional.
En sus redes sociales, la surfista -quien en el clasificatorio a los Olímpicos fue la mejor femenina por el team teutón- ha posteado los buenos momentos en que ha estado en El Sunzal, La Libertad. Así ha descrito la ubicación de sus días en el país, en donde se la ha visto surfeando y disfrutando de cosas pequeñas y sencillas salvadoreñas.
En las historias de su cuenta de instagram, a la surfer se la ha visto acompañada por su colega, la tica Leilani McGonagle, quien sí logró boleto a Tokio, Japón, y estuvo compitiendo en la máxima justa deportiva, que en esta ocasión abrió por primera vez la puerta a este deporte. La centroamericana también fue muy amiga de Kathy, por lo que las visitas a ESA igual son especiales para ella, al recordar a su querida salvadoreña. "Mi segunda casa", ha posteado la de CRC.
Para la atleta alemana, por su parte, regresar al país también es importante, ya que vivió en primera persona el suceso del fallecimiento de Díaz. Noah recibió la descarga directa del fatídico rayo que arrebató la vida de la cuscatleca, en La Bocana de El Tunco. Y, en aquel incidente, fue lanzada también por el rayo, ya que recibió parte del impacto justo cuando estaba cerca de Katherine, tras saludarse, como lo contó a CANCHA. Los días posteriores no quiso salir de la cama y se recuperó física y psicológicamente del hecho.
"Las olas de La Bocana me encantan. Me divierto mucho entrenando acá e intento aprovechar cada día surfeándola (esa ola)", contó Klapp, en marzo de 2021.
Además, se despidió de Katherine, en aquel momento. "Fui al Paddle Out (homenaje), acá en La Bocana. Fue muy lindo ver la cantidad de gente que conocía a Kathy y la quería. La ceremonia fue preciosa, y una manera muy bonita de despedirse de ella junto a todos sus amigos y su familia. Un momento que siempre recordaré”, dijo en aquel momento.
Es por eso que, en esta ocasión, no ha sido la excepción y ha disfrutado de su estadía en el país, caminando por las calles de El Tunco, con su tabla y sus amigas, riéndose, gozando del clima, de la naturaleza, de las pupusas, del sol y del agua del mar. Incluso, se la ha visto entrenando fuerte, domando la ola local, compartiendo con otros surfers salvadoreños en una especie de campamento, y compitiendo en un evento local que ella ganó. La acompañó en el podio McGonagle.
Sin duda, una visita diferente para la surfer europea. Una siempre de motivación al estar en El Salvador, donde sabe que vivió una de las experiencias más duras y difíciles de su vida y de su carrera profesional deportiva. Pero de aprendizaje constante y de sacar lo mejor de las olas de El Sunzal.