La guerra que ha desatado Rusia en Ucrania ha traído consecuencias a todas las esferas, económicas, sociales, culturales, pero también a la deportiva.
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Acá, hacemos un repaso de las principales consecuencias de la invasión rusa en cuatro grandes rubros: los desplazamientos forzados y muerte, la expulsión de rusos y bielorrusos de eventos internacionales, la cancelación de torneos en Rusia y Bielorrusia y cambios de sedes, y la ruptura de contratos y patrocinios relacionados al deporte y a la financiación desde empresas cercanas al círculo de poder de Vladimir Putin.
Desplazamientos y muerte
En siete días, la invasión rusa a Ucrania ha causado 2 mil civiles muertos, según cifras provisionales de ambos bandos. Entre los fallecidos, ya se contabilizan dos jugadores de fútbol (amateur) y van cientos de deportistas desplazados (incluidos algunos familiares, aunque la gran mayoría no ha logrado huir con su núcleo completo).
Los datos que maneja la Oficina de Naciones Unidas para Refugiados hablan de un millón de civiles que han logrado ya huir de Ucrania, entre ellos, cientos de deportistas. El pasado martes, el futbolista Vitalii Sapylo, de 21 años, murió en enfrentamiento en Kiev, mientras que, Dmytro Martynenko, de 25, perdió la vida junto a su madre por el impacto de una bomba en su domicilio.
Muchos atletas de origen latino, principalmente futbolistas brasileños (grupo de 50 personas, con sus familias) de los equipos Shakhtar y Dínamo, lograron abandonar Kiev en un tren que los llevó a la frontera.
Pero también están huyendo de Rusia los atletas que militan en equipos de ese país. Algunos, como entrenadores o futbolistas, han rescindido sus contratos, y otros simplemente han salido cuando han podido sin resolver su futuro profesional. Así también, jugadores de equipos bielorrusos de balonmano y otros deportes están saliendo en masa del país tras las sanciones impuestas.
Expulsión de los rusos
Los atletas rusos y bielorrusos están viviendo una exclusión sin precedentes de los eventos deportivos. Y es que la postura del Comité Olímpico Internacional y de las federaciones siempre ha sido mantenerse al margen de la política y la guerra, pero esta vez han decidido tomar una postura clara tras la invasión rusa a Ucrania, y han vetado a sus atletas a participar de los eventos internacionales.
Por ejemplo, la FIFA ya bloqueó la participación de las selecciones de fútbol rusas en cualquier competición, incluida la repesca que tienen pendiente en masculino para buscar un cupo al Mundial de Qatar 2022. Además, la final de la Champions, que se disputaría en San Petersburgo (Rusia) ya no será ahí, sino en París.
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Los rusos y bielorrusos están siendo bloqueados para participar en torneos en otras latitudes. Quedaron fuera de los Juegos Paralímpicos de Pekín, y también de los eventos federados de atletismo, voleibol, tenis, ciclismo, patinaje, entre otros. En deportes como judo o automovilismo, los rusos podrán competir, pero no bajo la bandera de su país. En tenis, hay una particularidad, están vetados para competir en los eventos de nación, es decir, Copa Davis (masculino) y Billie Jean King Cup (femenino), en ambas es potencia Rusia.
Sin embargo, a nivel de torneos individuales sí han podido seguir jugando. Y en ciclismo, los equipos rusos están fuera, pero los atletas pueden competir sin bandera para equipos de otras naciones.
Cambios de sede y cancelaciones
La organización de eventos mundiales del deporte también ha sufrido un cambio radical con modificaciones de sedes y cancelaciones.
Una de las más llamativas ha sido el traslado de la final de la UEFA Champions League (el torneo de fútbol de clubes más importante del planeta), que ya no será en San Petersburgo (Rusia), sino en París. Tampoco organizará ese país el Mundial de Voleibol que estaba previsto, y aún no hay una sede definida en su lugar, aunque se mantiene entre agosto y septiembre. Tomaron esta decisión tras el boicot de Francia y Polonia, campeón olímpico y mundial, respectivamente, que anunciaron que no participarían si no se cambiaba de sede.
Otro de los eventos que se canceló fue el Gran Premio de Fórmula 1 de Sochi, en Rusia, que no ha sido sustituido por otra sede. Mientras que la federación de natación anuló todas las competiciones en ese suelo.
Ante todo esto, Rusia denunció la naturaleza “discriminatoria” de estas decisiones y afirmó que recurrirá al TAS, el Tribunal Arbitral del Deporte. Las federaciones dependientes financieramente del COI (el cual se pronunció a favor del bloqueo y cambios de sede y cancelaciones) están firmes en esa decisión, pero otras no se han manifestado al respecto pues consideran que no hay una base legal para la exclusión.
Ruptura de contratos
Muchos jugadores están rompiendo sus contratos para huir de Ucrania, o para marcharse de Rusia y de Bielorrusia. Por ejemplo, el entrenador adjunto del Dinamo de Moscú, Andriy Voroni, se fue el miércoles. Igual el defensor ucraniano Yaroslav Rakitskiy, del San Petersburgo.
El DT alemán del Lokomotiv de Moscú, Markus Gisdol, renunció tras afirmar que no podía “ejercer su vocación en un país cuyo dirigente es responsable de una guerra”. Pero también hay rupturas a nivel comercial más alto. Por ejemplo, la UEFA sopesa dar por terminado el millonario contrato con Gazprom, una empresa controlada por el gobierno ruso que patrocina la Champions con nada menos que 45 millones de dólares anuales.
El Manchester United británico terminó su relación con la aerolínea Aeroflot, y el cuadro alemán Schalke rompió también con Gazprom, así como el Everton inglés con el millonario ruso Alisher Usmanov, relacionado con el presidente Vladimir Putin. También la Fórmula 1 ya no está vinculada a nivel de contratos con el promotor del GP de Sochi.
Por otra parte, el dueño del Chelsea, el millonario ruso Roman Abramovich, renunció a la presidencia del equipo tras ser negado su ingreso a Inglaterra, y ahora ha puesto a la venta al equipo inglés, campeón de Europa y del Mundial de Clubes.