Durante el juicio que se lleva a cabo en Inglaterra sobre la caída del avión que Emiliano Sala usaba para trasladarse hacia Cardiff, se confirmó un detalle que ha generado conmoción tras la investigación de las autoridades aeronáuticas.
Se descubrió que el futbolista sufrió un “envenenamiento grave por monóxido de carbono” dejándolo “inconsciente” antes que la aeronave se estrellara.
El doctor Basil Pardue, mencionó esta información en el juicio que se desarrolla en la corte de Bournemouth, según aseguró la agencia EFE.
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El especialista había afirmado la semana pasada que la causa de muerte del deportista habían sido las “múltiples” heridas en la cabeza y el torso luego del impacto del avión.
En agosto de 2019, la investigación de Air Accidents Investigation Branch (AAIB) determinó que el cuerpo de Emiliano presentaba “un alto nivel de saturación de COHb (monóxido de carbono con hemoglobina)” por lo que deducían como “probable” que el piloto “hubiera estado expuesto al monóxido de carbono”.
El cuerpo del piloto Dave Ibbotson, nunca fue hallado. Los aviones con motor de turbina y pistón presentan un peligro a la exposición de esta sustancia, mencionó la AAIB.
Pardue mencionó que las muestras de monóxido de carbono realizadas (una de sangre en la vena iliofemoral y otra de ADN en el pecho) expusieron un porcentaje de 58%, que definieron como “envenenamiento grave”. Las muestras fueron difíciles de conseguir debido a que el cuerpo de Sala estaba “en descomposición” cuando consiguieron las muestras.
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Este proceso judicial es parte de las acciones legales tomadas por la familia de Sala. Se espera que el juicio dure entre uno a dos meses, pero no será el final de los procesos legales que podrían abrir nuevas líneas de investigación.
El accidente ocurrió la noche del 21 de enero sobre el Canal de la Mancha y la aeronave fue localizada recién en los primeros días de febrero a 40 kilómetros de la Isla de Guernsey, en las cercanías del faro de Casquets, zona donde habían tenido el último contacto de radar.