Casi tres meses después del lamentable final del Clausura 2023, volvió a rodar el balón en la Primera División del fútbol salvadoreño. Hacía falta, nos hacía falta, pese a todas las malas praxis que se repiten torneo a torneo.
Y empezó con un Alianza ganador que llevó mucha gente a Gotera ante el Fuerte San Francisco. Será una constante en este torneo. Suspendido su público de local, los albos serán bastantes a la hora de jugar de visitante, la única opción de los aficionados para ver a su equipo en el lugar de los hechos. Ayer lo demostró en Morazán.
Tenista Marcelo Arévalo ganó su primera final de Masters 1000
El otro que empezó ganando fue el candidato Águila. El mejor equipo del torneo pasado -que terminó sin campeón- se quiere quitar la espina en este Apertura y empezó de la mejor forma, con un buen triunfo en Sonsonate ante el renovado y juvenil Santa Tecla.
Firpo también festejó ante un rival difícil como Metapán y FAS, el grande restante, apuntará todos sus cañones al partido de mañana ante el Real Estelí por la Copa Centroamericana, en Las Delicias. Allí buscará recomponer su imagen y enderezarse en un torneo que arrancó de la peor forma para los salvadoreños (4 derrotas en 4 juegos).
La incógnita será si el público acompañará pese a los desmedidos y exhorbitantes precios que la dirigencia le puso al juego, de 20 (rebajado en la noche del domingo a $10 en sol) a 30 dólares.
Pero la noticia de la semana deportiva en El Salvador no fue el fútbol sino el extraordinario torneo que coronó con el título en Toronto el sonsonateco Marcelo Arévalo. Después de su rutilante coronación en el Roland Garros de 2022, el torneo más importante de su carrera. Instalado definitivamente en la elite mundial del tenis, otra muestra de que el deportista salvadoreño puede llegar a lo más alto si la voluntad, el esfuerzo y el talento van juntos a la par.