Jaime Vilanova Vaquero ha conquistado tanto la radio como la televisión salvadoreña. Su carácter y sencillez han marcado por décadas su talento. Es un alejado de la controversia, aficionado acérrimo de un equipo desaparecido del fútbol nacional.
Hablar con el talento de TCS y otras empresas es conocer una historia de vida llena de lucha, pasión, sorpresa y un cuidado minucioso de las formas. Vilanova nos abrió las puertas de su hogar para una charla larga y tendida conociendo sobre su pretérito, varias y acertadas decisiones entre sonrisas y un constante "rebobinar".
Testigo de cómo el deporte salvadoreño ha cambiado con el paso de los años. Retos, anhelos y una gran energía por hacer lo que le fascina.
Toda una vida en los medios ¿lo vio venir desde joven?
Bueno, mi primera experiencia fue en radio, con música. Si jugaba baloncesto o fútbol, ahí ponía música. También escuchaba los partidos de Liga Mayor, soy aficionado de la extinta Universidad de El Salvador, el equipo de toda mi vida. Yo me podía las alineaciones, iba al estadio cuando tenía dinero. Me sabía los oncenos de todos los equipos y nunca pensé que iba a terminar en esto. Con un amigo de infancia, muy querido, mi hermano y yo, jugábamos fútbol... yo me ponía a narrar el juego. Uno era el arquero y dos nos hacíamos los pases. Entonces yo lo relataba ¿cómo iba a imaginar que yo iba a terminar haciendo esto?
¿Quién es Jaime Vilanova?
Siempre le he pedido a Dios ser una persona que aprenda todos los días, quien tenga los pies en la tierra. El hecho de tener la oportunidad de estar en un medio de comunicación... sostener un micrófono no le permite a uno ser un juzgador deportivamente hablando. He mantenido el respeto sobre todo hacia las personas. Gracias a Dios nunca me negaron una entrevista porque siempre pedí permiso, siempre con mucho respeto. Un servidor quien nunca me he creído por lo que he logrado, la vida da tantas vueltas, hoy estamos arriba y probablemente podamos estar abajo mañana. Que nunca perdamos la humanidad, el respeto, el profesionalismo, la integridad. Soy abierto a los cambios a pesar de que uno ya tenga cierta edad, no he querido desligarme de la actualidad ni del modernismo. Veo a la juventud, a quienes vienen para arriba y pues tienen cosas muy diferentes a las de uno. Pero uno debe comprender que son épocas distintas. Una persona de familia, tres hijos, tres nietos pequeños y sobre todo, temeroso de Dios.
¿Cuál fue el siguiente paso tras ponerse a narrar con amigos?
Un amigo mío, compañero de colegio, compadre, un hermano, Ricardo "Chiri" Rivas, estaba en La Femenina y me dijo ¿por qué no probás a ver si te dan chance. Agarré valor, fui aprendiz de operador por casi un año. Luego me dieron la oportunidad de dar la hora y la identificación de la radio. Ahí comenzó mi ciclo, y recuerdo con mucho aprecio que tuve maestros quienes me enseñaron. "Cada vez que abres la boca pensá bien lo que vas a decir", decía una calcomanía que estaba dentro de la radio. Muchas veces decimos cosas de las que nos arrepentimos. Sergio Gallardo fue un maestro para mí, junto a "Chiri". Sergio me preguntó una vez: ¿no te animás a hacer el resumen de México 1986? y yo le dije que sí, fue una experiencia bella. Mi debut fue en ese mundial. En La Femenina estuve cinco años. Después estaba en la universidad estudiando Ciencias Jurídicas, ya estaba casado, tenía mi primer hijo. Yo pasaba trabajando, estudiando y trabajando. Estaba feliz. Pensé (en un momento) que ya no (quería) más radio y en eso nace la ABC, me volvió aquel sentimiento por la radio y tuve el honor de ser uno de los fundadores de dicha estación.
"Un relator que sigue un partido no tiene mucho margen para buscar en los apuntes, en lo que uno baja la vista hay una jugada de peligro que no narra"
Jaime Vilanova, comentarista deportivo salvadoreño
¿Quiénes más influyeron en usted profesionalmente?
Agradezco también a Víctor "Snoppy" Sánchez en mi etapa de radio. En televisión a don Mauricio Saade Torres, Ramón Rodríguez, Tony Saca cuando aún no estaba en su rol político... escuchaba a muchos comentaristas de la época. Don Carlos Osorio también. Todos los días aprendemos algo, aunque hagamos lo mismo todos los días, el trabajo no es una rutina, es un reto diario. Algo que hay que enfrentar con los pies en la tierra y con mucha humildad.
Háblenos sobre sus inicios en el relato deportivo
Comencé haciendo un avance noticiero, era TV4 Deportes, era divertido. Duraba 30 ó 45 segundos previo al noticiero estelar. De repente comencé a realizar reportes para "El Noticiero Hoy" que era en los domingos, yo decía que estaba libre los fines de semana ¡para qué!.. andaba entonces en canchas de béisbol, softbol, tenis, fútbol de Segunda. Filmando y entrevistando. Pasó un tiempo, de casualidad alguien no llegaba y me daban la oportunidad de estar en TV4 Deportes. Ocasionalmente (comentaba) fútbol porque había varios narradores. Después me dicen en una reunión de deportes que iba a narrar NBA, con Manuel Martínez, quien la relataba solo. Cuando me dijeron eso yo agradecí a Dios por la oportunidad. Hablé con Manuel y le dije que era un honor estar con él, que yo me iba a ir metiendo poquito a poquito en la acción del partido.
El éxito no es uno, ni la estrella es uno. Las estrellas son los deportistas, los atletas, uno es solo un condimento, un agregado, no tienes que creerte (nada). Si uno lo hace bien, bueno, hay que agradecer a la gente sus reconocimientos pero tampoco es para agrandarse. Comencé a narrar ahí. Se fue Manuel y llegaron Bruno Porzio, Roger Valdivieso y por último (tocó) con Álvaro Molina. Ocasionalmente narraba muchos otros deportes hasta que me pusieron juegos de Liga Mayor. Mi primer mundial fue el 2002, fue una transmisión exagerada. Estaba narrando finales de la NBA desde las 7:00 p.m., hasta las 9:00 p.m., luego hacíamos "La Jornada" con Eugenio Calderón para finalizar con uno o dos partidos en la madrugada. Una experiencia muy linda. Hasta el 2018 estuve de lleno con los mundiales, donde narré tres juegos.
Corea y Japón fue de lejos el mundial que más lo retó
Sí. Tenía que mantener atención en horas de madrugada donde uno podría tener sueño, cansancio. Pero el fútbol es tan lindo, lo hermoso que es un mundial ¡las emociones lo despertaban a uno! me marcó porque fue muy especial para mí.
¿Hay otros comunicadores en su familia?
Mi hijo mayor, Jaime, sí se metió un momento en la revista Speed. Conoce mucho sobre autos. Tiene una organización que se llama "Running for Help", eventos de carreras con fines benéficos. Christian, el menor, hizo algunas cuestiones de radio.
¿Cuáles otros eventos lo marcaron?
Los Juegos Centroamericanos (COQUIN) 1993 y los XIX Juegos Centroamericanos y del Caribe en 2002. En ambos eventos fui parte del apartado de comunicaciones y atención de prensa. Los más lindos, donde no fui yo, fue un equipo para que todo saliera de la mejor manera.
"Me duele que la gente prefiere el fútbol de afuera que el nuestro, y los entiendo, hay razones. Creo que al nuestro le hace falta mucho, pero la tradición, hay que trasladarla a las nuevas generaciones"
Jaime Vilanova, comentarista deportivo salvadoreño
Lo escuché relatar fútbol, baloncesto, tenis, ciclismo... ¿cuáles otros deportes faltan a la lista?
En los inicios de Canal 4 cuando habían varios eventos se cubría mucho en la madrugada. Narré rodeo, montar caballos y toros, competencias de automovilismo, jet ski, motocross, en la F1 hacía un resumen... Yo pensé siempre que las oportunidades hay que aprovecharlas. Había varios para un solo deporte y casi nadie para el resto. En aquel tiempo no había internet, así que había que buscar en enciclopedias, revistas para poder averiguar sobre deporte. El audio también de los comentaristas (de la señal de origen) también retroalimentaba. No es fácil estar oyendo y trasladando, narrando. Requiere de mucha concentración.
¿Cuántos idiomas habla, don Jaime? se le ha escuchado en inglés y también portugués.
Estudié en Brasil cinco meses. El portugués es bastante amigable. El inglés que por el trabajo del canal, venía de intercambio estudiantil en mi época de colegio. Siempre hay que estar practicando para que no se olvide. Me fascinaría aprender francés, nunca es tarde.
Un partido de la Selecta que no olvide nunca
Los juegos contra México, por la rivalidad y la emoción. Narrar partidos de la Selección.. unos dicen que van con el Barcelona y otros con el Real Madrid. Yo voy con el deporte y que gane el mejor. Cuando me tocó narrar a la Universidad de El Salvador... le metían goles a la U y yo gritaba más los goles que recibía la U que los que anotaba. Lógico. Ahí ya no se puede hacer parcial. Con la Selecta no me quitaba mi camiseta Azul y Blanco. Cuando habían goles en contra de la Selección Nacional es una narración-sufrimiento, no es una normal donde uno esté tranquilo. Cuando narro a la Selecta digo ¡Dios mío, en qué me he metido! hay que desear que nos vaya bien.
¿Cree que el relato ha cambiado al margen de la tecnología o en esencia sigue siendo el mismo?
Ahora hay más información. Ahora puede darle más datos a una narración. Un relator que sigue un partido no tiene mucho margen para buscar en los apuntes, en lo que uno baja la vista hay una jugada de peligro que no narra. Cada juego es un examen, leo, me preparo, hago una previa pero no puedo tener 10 hojas. Es más para un comentarista meter otro tipo de cosas en una lesión... en el relato de radio dicen "el tiro pasa lamiendo el travesaño" y la pelota pasó como a seis metros, lo que pasa es la emoción de quienes lo están viviendo. Narraciones alegres, emocionantes. En el contenido la narración tiene que ser así, aunque hay partidos que no se les encuentran ni ton ni son. En partidos muy amarretes y que no juegan, la narración se hace difícil.
¿Cuáles cualidades debe tener un relator?
Que le guste, que tenga pasión. La gente tiene que saber que no se aprenderá todo en tres meses, es un proceso gradual, como una escalera. Uno puede ir por el ascensor para ir más rápido, pero ¿qué aprendió? uno nunca se tiene que olvidar de dónde uno viene ¿cómo aprendió? ¿cómo apreciar haber llegado? ¿costó, no costó? hay que tener pasión, conocimiento para adornar un relato. Ser auténticos. Cuando iba a cantar los goles me metía en el baño y comenzaba a cantar el gol. ¡Qué feo le hago! ¿cómo le voy a hacer? Lo peor que puede pasar es que salga un gallito que no fue mi caso. La gente debe entender que el deportista es un ser humano, y que uno también. Es normal, pero hay que procurar que no sean tan obvios. La vida tiene revanchas. Hay que ser respetuoso.
¿Y en el caso del analista?
Es más exigente. Ambos tienen retos. En el caso del analista es comprender cómo están jugando, cambios posicionales, algunos recursos que tenga el jugador. Si un jugador ha tenido una lesión, el motivo del cambio, uno a veces se mete como narrador. Uno intuye algunas cosas. Hay algo que es determinante, que hayas jugado este deporte. Antes de cada partido era necesario ver fútbol para aprender. El deporte es pasión. Nuestra vida política, social... pero el deporte es una ventana que nos tiene que unir. Perder y ganar, todo con respeto. Si hay algo que nos puede unir como sociedad debe ser el deporte.
9/10 periodistas (en mi experiencia) dicen que son futbolistas frustrados ¿es usted parte de las estadísticas?
De pequeño siempre tuve pasión por el baloncesto y el fútbol. Soy zurdo para encestar y para pegarle. Leonardo Salas hizo una selección juvenil, yo estaba en el Liceo Salvadoreño y quedé en una preselección juvenil. Entrené con Platense, Dios en gloria lo tenga, Raúl Magaña, me quería llevar al equipo. Jugué en liga media, estudiaba... sí me hubiese fascinado. Estuve en el equipo de prensa, Edessa nos daba chance. Muchísima gente jugaba fútbol. En un juego, yo era central, jugaba, daba... el presidente del Águila me saludó y me quería llevar. Yo soñaba. Me duele que la gente prefiere el fútbol de afuera que el nuestro, y los entiendo, hay razones. Creo que al nuestro le hace falta mucho, pero la tradición, hay que trasladarla a las nuevas generaciones.
Hay momentos en la narración... en un juego de El Salvador vs México, Calderón insultó a Faitelson ¿cómo fue ese momento?
Con Eugenio tenemos tantos momentos... lo aprecio mucho. Yo lo gozaba por dentro (ese instante), pero sabía que tenía que contenerme... gente decía que ambos nos complementábamos. "Eugenio es explosivo, vos sos prudente", me decían. Hay veces que él me tiraba cosas al aire y yo sabía cómo me las quitaba... es un show. Cuando es la Selección es algo serio. Este tipo (Faitelson) había ofendido y creo que Eugenio se lo devolvió y me parece que nadie se lo reprochó. Lejos de eso lo sacan de hombros en el estadio al Chele, y yo le puse más emoción. Ganas tenía de seguirle (el juego a Eugenio), pero hay un límite, una rayita que no hay que pasar. Siempre he sido enemigo de la controversia, que siempre hay. Pero yo no haré que mi punto de vista la gente lo tenga que adaptar, es lindo consensuar.
¿Cómo nació la molestadera de Álvaro Molina hacia su persona?
Este Álvaro (risas)... estábamos haciendo Tiempo Extra. Un día narrábamos NBA... y salieron las cheerleaders y yo dije ¡qué bonito! ¡qué guapas! y él empezó ¡Jaimeeeee! Yo creo que ni él ni mis compañeros se cerraban los ojos cuando ellas salían. Es más, viera ¡cómo les brillaban los ojos a ellos en esos momentos. Tengo un gran aprecio y cariño a Álvaro, de una frase así hizo algo para recordar. Una vez en el pasillo yo iba caminando, me lo encuentro, lo saludo, sigo y unos metros después escucho que detrás de mí gritan varios ¡Jaaaaaaaime!
Su día más difícil en los medios...
Cuando uno se mete a una cabina a trabajar los trabajos quedan afuera. Admiro mucho a quienes hacen el arte de hacer reír a la gente, los payasos. No sabes cuánta pena andan, pero siempre hacen reír. Siempre hemos tenido momentos complejos, incomprensiones. Las tormentas pasan, pero te hacen más fuerte. Siempre he pensado en ser condescendiente con mis compañeros, él éxito es en equipo. Hay cosas que me han marcado y me han dado más fuerza. Lo que habla por uno es el trabajo. Siendo jefe nunca fui amigo de gritar a la gente, la humillación no es parte de mí.
El día más gratificante
Cuando terminan los eventos y uno siente que se cumplió. He sido parco en las redes sociales, la gente se oculta con perfiles que no son... he sido más propositivo que confrontativo. Después de los dos eventos en los que tuve la oportunidad de participar, desde hace siete años soy parte de la Asociación Pro Fútbol Playa. Que ayuda a la difusión de la modalidad. Me llaman para eso. Dios que me iluminó y en ese lapso hemos inaugurado 31 escuelas deportivas de niños de 6 a 18 años donde se les da todo. Uniformes, pelotas, implementos... de la mano con las comunidades. De Garita Palmera hasta el Tamarindo. No es que lleguemos a un lugar y adiós, hay un seguimiento. Somos una familia de la cual me siento muy preciado. El profe Rudis Gallo, los coordinadores, Tin Ruiz, Heber Ramos, cada quién por su zona. Tenemos dos ligas, tenemos una canción de fútbol playa con Frigüey. Fue precioso ver a niños quienes salieron por primera vez a distancias largas... la primera selección de fútbol playa femenino que tuvo a cargo el profesor Elías Ramírez, fue gracias también al patrocinio de Café Riko, gracias a la familia Quirós, a don Samuel Quirós, vemos un montón de niños quienes tienen condiciones tremendas. No solo es deporte, es prevención de violencia, valores. Un proyecto de ecosistema, para que haya conciencia de dejar limpias las playas permanentemente. Conservar. Jóvenes preocupados por cosas productivas.
Más de una década dándonos alegrías esta modalidad de fútbol playa ¿seguirá la tendencia?
Ellos son un ejemplo. Ya siete años de conocerlos, de convivir con ellos, de aprender de ellos, su humildad, su amor por el país. Guías para nuevas generaciones. Cuando miro niños de 8 ó 9 años... no es hacernos propaganda, ir a tantos lugares. Se reactiva el comercio alrededor, papas, minutas. Es una alegría.
Enrique Macaya Márquez es el hombre récord en los mundiales de fútbol. Desde Suecia 1958 hasta Qatar 2022 los cubrió todos, y sigue ¿quisiera tener una carrera tan larga?
Yo le he pedido a Dios. Uno en los trabajos no es imprescindible, pero si lo puedo hacer y Dios me da salud... pero nunca abusar de eso. Recuerdo cuando comencé a narrar la NBA ¡todos eran señores! el señor de ESPN, (José) Ramón Fernández... Uno no es la verdad absoluta. Uno se puede equivocar... quien no se equivoca está allá arriba, nuestro Señor. Vivo el deporte, vivo la música... cómo cambia si uno tiene predisposición a ser positivo y propositivo.
Si Jaime Vilanova no hubiese sido comunicador, hubiera sido...
Hubiese intentado ser futbolista. Me hubiera encantado. No es una frustración. Me encantan las relaciones públicas. Mucho entra por los pequeños grandes detalles, para marcar una diferencia con respeto a la competencia.
¿Algún sueño pendiente por cumplir?
Uno de ellos fue ser abuelo, eso ya se cumplió gracias a Dios. Me gustaría formar gente, enseñar, aprender de estas personas, compartir. No es algo de tres meses, hay que ir poco a poco. No lanzar a los leones, que la gente sepa que la oportunidad se va labrando poco a poco. Que el proyecto de fútbol playa trascienda a nivel mundial, que seamos líderes. Algo que lancemos aquí y que se replique a nivel internacional. Respeto al ecosistema y a las personas de tu entorno.