En un partido hasta aburrido, pero en el que también los postes le hacían el favor al Union Berlín, sobre la hora lo ganó Real Madrid, el rey de la Champions League, en el debut de la máxima competición europea para los merengues esta temporada.
El cuadro alemán había sido ordenado, un bloque casi sin fisuras, pero en el cuarto minuto de cinco de añadidos, se durmió la defensa en un tiro de esquina que se apresuró a cobrar Tony Kroos (entró de cambio), quien cedió para Valverde (cambio). El uruguayo probó de media distancia y la bola pegó en dos defensas, antes que quedara muerta y servida para Jude Bellingham, quien remató a puerta vacía el 1-0.
Se había estrellado el Madrid, Bellingham incluido, con los postes en un par de ocasiones, y con el orden de un Union Berlin que no se avergonzaba de tirarse atrás, y que, aunque intentaba al frente, lo hacía de una manera tímida, sin perder el dibujo, sin arriesgar demasiado en posiciones o cantidad de hombres enviados al otro lado.
Así, fue ganando batallas pequeñas, el ánimo, además, parecía que se quedaría con un soñado punto de visitante ante el todopoderoso Real Madrid.
Pero se combinaron la suerte - esa que les faltó en algunos remates a los merengues, sobre todo a Joselu, que tuvo varios remates en el área (hasta tres) de gol pero no encontró forma para que entrara la bola - el error defensivo y la viveza de Bellingham para estar atento y bien ubicado.
Pescó el rebote el inglés y mandó la bola al fondo para el único tanto de un partido atípico, si se quiere, en el que el Madrid dominó a partir del minuto 20 ante un Union Berlin que salió a buscar la épica, la sorpresa, y luego simplemente se quedó a la contra a esperar un milagro.
Lo que ocurrió fue casi un milagro, pero del otro lado, porque no se miraba por dónde podían abrir a este conjunto alemán con más estilo de italiano de los 90's, a sabiendas que el rival era superior, y que sacaba oro y se fue sin nada porque Bellingham está tocado con varita mágica, aún sin jugar bien anota este muchacho, figura ya de un Madrid que está muy acostumbrado a ganar como sea, aunque no encuentre espacios, goles o aunque no juegue muy bien: gana.
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