El ex entrenador de la selección española femenina de fútbol Jorge Vilda negó este martes ante la justicia haber coaccionado a la jugadora Jenni Hermoso para que le restara importancia al beso no consentido que le dio el entonces presidente de la federación, Luis Rubiales, tras ganar el Mundial.
Vilda y el director de marketing de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Rubén Rivera, declararon ante un juez de la Audiencia Nacional -máxima instancia penal española- como investigados.
En sus declaraciones, negaron haber presionado a Hermoso o a su hermano, como denunció la jugadora, informaron a la AFP fuentes judiciales.
Vilda dirigió al equipo que conquistó el Mundial en Sídney el 20 de agosto. En la entrega de trofeos Rubiales le dio un beso forzado en la boca a Hermoso.
Según la jugadora y sus compañeras Alexia Putellas, Irene Paredes y Misa Rodríguez, que han declarado en la causa, ante el revuelo causado por el beso se iniciaron las presiones para quitarle hierro y decir que fue permitido.
El escándalo acabó con la destitución de Vilda y la dimisión de Rubiales, investigado como sospechoso de agresión sexual y coacciones, que sostiene que tenía permiso de la jugadora para besarla.
El caso suscitó indignación y llevó a un plante de las futbolistas españolas, que exigieron cambios en la RFEF, amenazando con no volver a jugar en el equipo nacional.
Finalmente, el 20 de septiembre alcanzaron un acuerdo con la RFEF y el Consejo Superior de Deportes (CSD) español, en los que la federación se comprometió a llevar tales cambios.
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