Durante la búsqueda del nuevo patrocinador para el frontal de la camiseta de juego el FC Barcelona ha recibido varias ofertas de empresas de intercambio de criptomonedas, superiores económicamente a la que negocia con Spotify, pero la junta directiva azulgrana las ha rechazado al sentirse incómoda con el sector.
"Es un sector especulativo, de riesgo, muy variable y poco ético", explican desde la directiva del club. Ya en verano la junta de Joan Laporta rechazó por este motivo una oferta de 70 millones de euros fijos más una bonificación del 20% según los resultados del primer equipo masculino. Tan solo estaban dispuestos a relacionarse con este sector si la propuesta era desorbitada.
La oferta superó los controles internos del club, incluido el del departamento de 'compliance' (que mira por el cumplimiento de la normativa interna), pero no convenció ni en el comercial ni en la junta directiva. La misma negativa hubo con las propuestas que llegaron de este sector durante los meses siguientes.
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El Barça, además de dinero, busca un patrocinio acorde con los valores del club, refrendados en la defensa de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que se incluyó en los estatutos en la última Asamblea General de Socios Compromisarios.
Ahora se está en la última fase de la negociación con Spotify y la cifra final del acuerdo estará entre los 70 y los 75 millones de euros que ya adelantó EFE, contando los variables por rendimiento deportivo.
En este contrato, Spotify no se quedaría tan solo con el frontal de la camiseta de juego del primer equipo masculino, sino también con el del femenino, la parte trasera de la camiseta de entrenamiento y con los 'title rights' del Camp Nou. Por lo tanto, la oferta es significativamente inferior cuantitativamente a la que ofrecían las empresas de criptomonedas.
"El mundo de las criptomonedas es completamente nuevo. Y es complicado, difícil, puede comportar algunos riesgos negativos a quien se meta dentro si no lo conoce bien, e incluso conociéndolo bien. Se puede perder mucho dinero. Asociarse a esta frustración quizá es algo que no quiere el Barça", explica a EFE José Parra, profesor de 'blockchain' en la Copenhaguen Business School.
En este sentido, el experto añade que "es muy distinto que te patrocine una ONG de varias décadas de existencia (UNICEF) o una gran multinacional completamente regulada (Rakuten) a que lo haga una start-up o una empresa nueva como lo puede ser una de criptomonedas".
Lección magistral de @Pedri en Mestalla y elogios de Xavi en la sala de prensa
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De todas maneras, el Barça tiene una relación de patrocinio global desde febrero de 2020 con Chiliz, una empresa que opera con una moneda virtual con la que los seguidores pueden participar de diferentes maneras en la vida de su club. Otros grandes del fútbol europeo como el Valencia y el Inter de Milán también han firmado acuerdos de patrocinio con Chiliz.
Y es que el mundo de las criptomonedas está entrando con mucha fuerza en el deporte en general y en el fútbol en particular gracias a su gran capacidad de inversión. "Es un negocio tremendamente lucrativo", sentencia Parra, que también es asesor de digitalización en Enzyme Advising Group. "Las criptomonedas tienen muchísimo volumen de transacción y estas empresas se llevan comisiones" por este movimiento.
Además, informa que "el valor que tienen las criptomonedas hoy en día es enorme comparado con el que tenían hace unos años". Así, "los poseedores de estas criptomonedas han visto que sin hacer nada, simplemente con guardarlas y después venderlas, tienen acceso a mucho dinero, lo que les da una ventaja competitiva respecto a las empresas tradicionales". La consecuencia es que pueden hacer unas ofertas de patrocinio económicamente superiores.
Esta llegada de las empresas de criptomonedas al fútbol español, que también se ejemplifica con el patrocinio de JOBChain en el Cádiz, precisamente sucede cuando se ha prohibido que las casas de apuestas puedan llegar a acuerdos con clubes de fútbol con el propósito de proteger a los usuarios.
"El público objetivo que ve fútbol es el mismo público que invertiría en criptomonedas. En general, es un público joven, dinámico, que le gusta la competición y tiene el tiempo para sentarse y ver un partido de fútbol. Es gente que puede invertir algo en criptomonedas para buscar la misma emoción que puede sentir viendo un partido de fútbol", explica Parra.
Esta historia no ha hecho nada más que empezar. La relación entre el fútbol y las empresas de criptomonedas está destinada a vivir muchos otros episodios. La economía y la ética decidirán el destino.