"Yo no tuve el valor de reconocerlo, no tuve el valor", son las duras palabras que Armando González, de 71 años, pronunció la mañana de este domingo en las afueras del Instituto de Medicina Legal donde varias familias llegaron a reconocer los cadáveres de las 12 personas que murieron a causa de una estampida en el estadio Cuscatlán.
Él esta aquí desde la media noche, pocas horas después de ocurrida la tragedia en el encuentro clásico de Fas y Alianza. Su hermano fue identificado como Mardoqueo González, de 66 años, quien lo invitó a ver el encuentro, pero por sus compromisos no pudo aceptar ir. Mardoqueo en cambió asistió junto con otro grupo de amigos.
Armando se enteró de la muerte de su hermano luego de recibir una llamada de su esposa, que radica en Estados Unidos, para informarle sobre lo ocurrido. "Me preguntó si había visto las noticias y yo le respondí que no quería ver las noticias porque sabía que mi hermano estaba ahí", comentó entre lágrimas.
Recuerdó que desde pequeños eran aficionados de Alianza y que asistían con frecuencia al estadio. Un derbi como del sábado no era la excepción, en el ambiente se sentía como una verdadera final entre Alianza y Fas.
Cuando llegó al estadio Cuscatlán y ver todo el caos, resonó en él una corazonada fatal sobre el destino de su hermano Mardoqueo. "No tuve el valor de reconocerlo cuando un empleado de Medicina Legal me dijo que podía pasar a reconocerlo", explicó.
En los alrededores se encuentras los familiares de Kevin Linares, de 26 años, quien también fue otra de las víctimas. El joven era auxiliar de chef en la Hacienda de Los Miranda.
"A mi hijo le pasaron encima la gente que quería entrar al estadio, duele porque mi hijo ahí murió en el estadio, apoyando a un equipo. Me duele mucho lo que le paso a mi hijo. Yo no pude despedirme de él", contó el papá de Kevin. El últimorecuerdo que tienen de él fue cuando le dio un beso a su mamá momentos antes de salir al estadio.
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Para el padre del joven acusa a los organizadores quienes tenían que haber tenido todas la puertas abiertas del estadio ya que las barras y afición son de gran cantidad.
Durante la mañana de este domingo se pueden contar no menos de seis familias de las víctimas que llegan a pedir información y a reconocer los cadáveres.
Una noche de fiesta terminó en luto, en la vuelta de cuartos de final, entre Alianza y FAS. La desesperación de un grupo de aficionados aliancistas por ingresar al estadio por el sector de sol general hizo que derribaron un portón, lo que terminó en tragedia.
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