El viacrucis santarroseño tuvo este viernes una nueva estación en su propio estadio, donde sigue sin asegurar puntos ante la venidera seguidilla de visitas ante Águila, FAS y Alianza, en este orden, en las próximas fechas. Todo empeora sabiendo que Metapán y Santa Tecla, sus rivales directos por la permanencia, se quedaron cortos esta semana y también cedieron puntos como locales.
Fue mucho más negocio este resultado para el Tanque fronterizo, que venía de ganar y esta vez al menos sumó de visita para colocarse a un punto de los puestos de clasificación y aún en la órbita de una plaza para Liga Concacaf la próxima temporada.
Un equipo como Limeño siempre entra con hambre a los partidos y por ahí genera las primeras oportunidades a gol. Así fue a los cinco minutos, cuando Edwin Sánchez se escapó y acarreó el balón hasta el área, pero se topó con un William Torres muy seguro que frenó la acción sin contemplaciones.
No era un partido fácil porque era incapaz de contagiar las sensaciones que cargan ambos protagonistas a estas alturas del torneo: un Limeño muy comprometido con el descenso, que se juega una final de aquí al final de la fase regular, y un 11 Deportivo que ha perdido enteros en su juego este torneo, pero aún con mucha calidad.
En lo sucesivo, el encuentro estuvo escaso en oportunidades, con los cucheros luchando por mantener inclinada la cancha a su favor en búsqueda del gol. Prácticamente, los dos equipos se anularon en la primera parte y postergaron para el complemento la definición del partido.
Otra vez a los cinco minutos, esta vez por la segunda etapa, Limeño rozó el gol otra vez en una llegada aérea de Yosimar Quiñones, cuyo remate de cabeza fue desviado oportunamente por un defensa. A los pocos segundos, se animó el Once con un centro pasado que Walter Chigüila desvía a gol de no ser por la incomodidad que le causó la zaga rival. La última ocasión verdadera de peligro fue un tiro libre de Melvin Cartagena al 64’, que tras desvió se anidó en los brazos de Sandro Melgarejo bajo la puerta de Limeño.