El Atlético de Madrid le demostró al Manchester United que desde hace una década es mejor, que la grandeza no se mide en millones y que un equipo es más que un conjunto de individualidades. Con un cabezazo de Renan Lodi y una actuación de bloque, los del “Cholo” eliminaron al United en Old Trafford y jugarán los cuartos de final de la Champions (0-1). Antaño una sorpresa; ahora, la realidad.
El tanto de Lodi fue suficiente para desnudar las carencias de un equipo pobre, raquítico y que solo confía en Cristiano como medicina. Eso, ante un Atlético que compensa la falta de brillo con inteligencia, pelea y bloque, fue mortal. El United no fue grande en una noche propicia para ello, porque hace mucho que dejó de serlo.
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Y eso que durante muchos minutos maniató al Atlético, incapaz de dar tres pases en el centro del campo, pero su dominio se topó con la cabeza de Jan Oblak cuando Anthony Elanga ya acariciaba el 1-0.
El partido se igualó a ocasiones, con el dominio permanente del United y un Cristiano envalentonado, enchufado, crecido ante su gran rival, pero muy lejos del área. Y sin el colmillo de Cristiano, el United es inoperante arriba.
Los de Simeone rozaron la ventaja pero le anularan el gol a Joao Félix por fuera de juego de Llorente y la consiguieron después don el desdoble de Griezmann al lateral, centro al segundo palo y Lodi, libre de la marca de Diogo Dalot, remató sin oposición.
El Atlético tenía un premio enorme, pero no una sorpresa. Y estará en cuartos, en el sorteo de este viernes, porque fue mejor en el global de la eliminatoria y porque, desde hace muchos años, la sorpresa en estos encuentros es que el vencedor sea el 'Diablo Rojo'. Antaño, un grande; ahora, solo uno más.