Club Deportivo Águila conquistó el clásico nacional 250 en la historia con una demostración de agresividad y contundencia en la segunda parte, devorándose a un pálido FAS que otra vez se vio minimizado lejos del arco rival y sin la capacidad de responder cuando tuvo la pelota.
De paso, los migueleños entendieron y aprendieron que no les bastaba con un buen arranque y poseer el balón, pues cambiaron totalmente su imagen en el descanso y, como si fuese producto de la introspección, encontraron en su mismo juego las respuestas para ganar un partido muy soso.
Mucho ruido, mucha pólvora y mucho aliento engalanaron el clásico, por parte de la hinchada de Águila, minutos antes de arrancar el partido. Los cohetes de vara con luces naranja en su interior alumbraron el cielo y retrasaron algunos segundos el arranque del partido. Todo era fiesta.
Ya para cuando la pelota se puso a rodar dentro de la cancha, el partido arrancó tibio y paulatinamente se enfrió conforme los equipos no conseguían pasar del mediocampo. Ambos dibujos tácticos se parecían, un 4-3-3 con extremos muy abiertos y dos interiores muy involucrados en la generación del juego.
Como Águila fue quien arrancó mejor desde la tenencia del balón, su único mediocentro, Gerson Mayén, fue el mariscal que enviaba órdenes a sus compañeros en la organización del ataque. Su contraparte en FAS fue Erivan Flores, más sacrificado en labores defensivas en tanto sus compañeros no lograban estructurar juego en el arranque.
@CDeportivoFAS aja ?? pic.twitter.com/P0wPn8RjQS
— C.D. ÁGUILA (@cdaguilaoficial) March 20, 2022
El trámite pronto espesó porque ningún equipo insinuó peligro serio sino hasta la media hora, cuando Wilma Torres, en una segunda pelota, disparó abajo del travesaño aguilucho y forzó a Benji Villalobos a despejar a mano cambiada. Hasta esa acción y después de ella, el primer tiempo apenas contó con algunos merodeos migueleños dentro del área, que no se concretaron en nada más que un remate algo tímido de Marlo Trejo (37'), bloqueado por Gerson López a ras de césped.
Tres minutos más tarde, ya con el partido un poco más abierto, Rodrigo Rivera azotó la escuadra con un derechazo de media distancia, despertando murmullos entre la fanaticada aguilucha que luego se tradujeron en abucheos contra el pobre espectáculo y para con los suyos rumbo al túnel de vestuarios.
La segunda etapa arrancó con dos aproximaciones de peligro del Águila que insinuaban que estos meterían acelerador a fondo en el complemento. Primero, Medrano sacó un derechazo para probar los reflejos de López y, luego, Henríquez culminaba una jugada con la banda izquierda, correspondiente al lado más débil de FAS en este partido, y provocó un córner ocasional que derivó en el primer tanto del partido.
El mismo volante cobró desde la esquina y dejó la pelota en la cabeza de Medrano, cuyo remate se iba pegado al segundo poste pero Yan Maciel alcanzó a empujarlo con su muslo izquierdo ante la flojísima marca de Kevin Ardón justo al vertical (54').
⏱90 | #Jornada13
Ganooooooó Águila el más grande de El Salvador ?
Águila 2-0 FAS #ElMásGrande pic.twitter.com/XCDYrlw3oe— C.D. ÁGUILA (@cdaguilaoficial) March 20, 2022
No todos los hinchas gritaron al unísono este 1-0, por lo confuso y hasta accidental de la jugada, pero el 2-0 hizo levantar a casi toda San Miguel de su asiento.
El colombiano Medrano tomó su turno ingresando al área con balón dominado, que con las uñas intentaron sacárselo dos zagueros fasistas y se lo dejaron levantado. Con impresionante recorte, el sudamericano eliminó ambas marcas y quedó bien perfilado para introducirla de derecha al primer palo y desatar la euforia carnavalesca en el Barraza (63').
Quedó entonces todo servido para que Águila bailase al FAS al ritmo de los pases y el olé-olé de las tribunas. Solo el mismo López, exigido a más no poder sin la respuesta de su defensa, evitó que el castigo dejara más en evidencia a su equipo en el marcador.